miércoles, 25 de septiembre de 2013

Lluvia y protestas empañan juego homenaje a los Industriales


La visita de los Industriales a Miami tenía como meta terminar como un jonrón, pero finalizó más parecida a un roletazo por el montículo, luego de que la lluvia y las protestas empañaran los dos choques que iban a servir de punto de cierre a una experiencia repleta de contradicciones y puntos opuestos desde el mismo momento en que se anunció.

Ante poco más de 2,000 personas presentes en el estadio de Fort Lauderdale, los veteranos del emblemático equipo de la capital cubana se despidieron del sur de la Florida bajo la lluvia y sin poder completar ni siquiera el primero de ambos desafíos, que terminó en la cuarta entrada con ventaja de 3-0 para los visitantes, cuando el parque quedó inhabilitado para continuar los choques.

“Los pude ver y me tiré fotos con ellos, pero me quedé con las ganas de ver más”, expresó Yosvani López, quien llegó desde Kendall. “Vine por pura nostalgia y me emocioné a ver a hombres como Pedro Medina y Rey Vicente Anglada, pero la lluvia y lo otro… Esto no terminó de la mejor manera. Oye, yo estoy en contra de Fidel Castro, pero la pelota es la pelota y no hay que meterse con ella”.

Lo “otro” no podía ser otra cosa que la protesta de poco más de 30 miembros de Vigilia Mambisa, quienes llegaron sobre las 10:30 de la mañana y comenzaron a increpar a los asistentes y a los jugadores con gritos de “terroristas, mercenarios, vendidos”, ante lo que consideraban una provocación para dividir a la comunidad cubana y beneficiar al régimen de La Habana.

Bajo un fuerte dispositivo de seguridad, algunos fanáticos ripostaban con burlas, e incluso algunos de los que hacían fila para entrar trató de hacerle llegar una pelota a los manifestantes “para que me la firmen y así guardarla de recuerdo. A lo mejor dentro de un tiempo vale mucho dinero”.

Sin embargo, la protesta de Vigilia sería apenas el calentamiento para el clímax de la jornada.

Varias fuentes habían alertado a El Nuevo Herald que Diego Tintorero, el mismo que se había lanzado en los Panamericanos de Winnipeg 99 con una pancarta donde podía leerse “La Patria es de Todos”, estaba listo para repetir el hecho. Los reporteros de este diario lo identificaron sentado en primera fila por detrás del banco de primera y cuando se le preguntó por sus intenciones y su presencia en el parque, él negó ser quien era.

Unos minutos después, sobre la tercera entrada, Tintorero se lanzaba al terreno con un pequeño cartel —supuestamente con un salmo bíblico— en las manos rumbo al dugout de los Industriales, mientras se quitaba la camisa y dejaba ver un pullover con la palabra Lawton en la espalda y la frase ¡Emilia Vive! en el frente. De inmediato la policía de Fort Lauderdale lo maniató y lo introdujo en un carro patrullero antes de llevarlo a la estación.

“Esto lo hago para que se sepa la realidad de Cuba, para que se sepa todo lo que pasa allá”, comentó Tintorero antes de ser llevado por la policía. Cuando se le preguntó por la frase, respondió que “Emilia es el nombre de la esposa del patriota Miguel Teurbe Tolón. La que bordó la primera bandera cubana diseñada por su esposo. Emilia es un proyecto del doctor Oscar Elías Biscet”.

Biscet, creador de la fundación Lawton y uno de los más firmes luchadores por los derechos humanos en la isla, lanzó en enero de este año el Proyecto Emilia, un manifiesto que pretende recoger firmas contra el gobierno cubano y demanda un “cambio total” ante lo que considera el cansancio de la población hacia la “tiranía”.

Según el teniente de la policía de Fort Lauderdale, Frank Sousa, Tintorero sería instruido de un cargo por desorden social, recibiría una multa, pero sería liberado.

Cuando se produjo la acción —bajo un fuerte abucheo y críticas subidas de tono de los aficionados—, los jugadores de Industriales se encontraban en el banco en espera de consumir turno al bate y no respondieron de manera violenta como hicieron en Winnipeg 99 Juan Padilla y Javier Méndez, quien tuvo palabras fuertes contra Tintorero.

“A este hombre le gusta tener un minuto de fama, porque ya hizo esto mismo otras veces”, comentó el ex jardinero central de los Azules. “Esto va contra la organización del evento, contra los participantes y contra los cubanos. En aquella ocasión [en Canadá] lo que hice fue defender a Cuba. Para mí él es un anticubano”.

Justo cuando Tintorero era llevado por la policía se desató una fuerte tormenta que puso punto final a la expedición industrialista y colgó una mueca de disgusto en los fanáticos, que abonaron $20 para presenciar a sus ídolos del pasado, los cuales arribaron al sur de la Florida el 11 de agosto y el fin de semana pasado celebraron un par de choques en el Alonso High School de Tampa contra otro grupo de veteranos cubanos afincados en Estados Unidos.

La visita, que según los organizadores sería para recordar los 50 años de la institución azul y serviría para unir a los cubanos de las dos orillas, despertó oposición y respaldo con una intensidad muy fuerte de ambas partes desde el primer día, pero careció de la presencia —al menos pública— de figuras insoslayables de los Industriales como Orlando “El Duque” Hernández, Agustín Marquetti y Rey Ordóñez, mientras que en Tampa no apareció el lanzador Rolando Arrojo.

Auspiciada por la empresa Somos Cuba, la estancia de los Industriales podría haber terminado sin lograr uno de sus principales objetivos: la unidad.

“Es muy triste un final así, por culpa de la lluvia y antes todo eso con ese hombre que se tiró”, exclamó Rolando Freitas, un aficionado que vestía el uniforme azul con el nombre de Lázaro Vargas en la espalda. “Son sentimientos encontrados, porque amo este equipo, pero hoy hemos visto algo de lo mejor y lo peor de los cubanos, que es un resumen de todos nuestros problemas. Lo que hizo ese Tintorero estuvo mal, pero la reacción del público también ha sido horrible. Los cubanos seguimos divididos”.
 Excelente articulo del Blog Glorias de Cuba 
deportivasmlb@gmail.com

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