Francys Romero • 15 de octubre, 2015
En mi lista de prospectos del 2015 ubiqué a Lourdes Gourriel Jr en el número tres. Presiento que no me equivocaré. No por apellidarse como el héroe de Parma, su padre, y no por ser el hermano del jugador con mejores herramientas en Cuba desde hace más de un lustro. El talento de Lourdes Jr es innato. Su ofensiva, disciplina en el plato, corrido en las bases y su progresión diaria lo hacen el talento más útil y versátil del béisbol cubano.
Su año 2015 viene con altibajos. Primero lesionado en la Serie del Caribe, después no se concreta el contrato con los Bay Stars de Yokohama, luego no es incluido en el equipo Cuba a los Panamericanos, mientras tanto su hermano Yulieski declina ir también a la selección mayor tal vez por solidaridad. Finalmente Gourriel Jr. asistió al Torneo de Rotterdam sobresaliendo como el más valioso.
En la presente Serie Nacional el menor de los hermanos ha resurgido. Se encuentra bateando por encima de los 300, más de 20 impulsadas y acaba de regresar al Cuba. Progreso Semanal dialogó con Lourdes Jr: presente y futuro del béisbol cubano.
Has comenzado un poco lento. ¿Cómo te has sentido en este inicio de Serie?
Yo estaba consciente de que esto iba a pasar en cualquier momento porque tuve dos torneos anteriores donde estuve muy bien y como quiera que sea la línea tenía que bajar en algún momento. Me está pasando ahora pero ya me voy encontrando en mejor forma, estoy dedicándome en los entrenamientos y están saliendo los resultados.
¿Cómo es estar con tus hermanos en el equipo?
Muy contento por esto, desde que empecé en Series Nacionales estoy con ellos dos. Primeramente me lo planteé, quería jugar con ellos en el equipo de Sancti Spíritus, luego cuando pasamos a Industriales y también hacerlo en el equipo Cuba.
A propósito de Sancti Spiritus. ¿Qué pasó allí en la final de la Serie sub-23? ¿Por qué no jugaste contra tu ex equipo? ¿Cuestiones personales, añoranzas con tus ex compañeros?
La amistad siempre va a seguir, pero en este caso estoy representando en el sub-23 a la Habana. No me pude incorporar porque llegando del torneo en Colombia me dieron dos semanas de descanso producto de una inflamación que tenía en la mano y por eso fue que no participé en la final. Incluso me habían hecho el traje, lo que no podía, pues el director Javier me había dado dos semanas de descanso y no era apropiado jugar la sub-23 pero la disposición sí estaba. El contrario era Sancti Spíritus, desgraciadamente, pero estaba dispuesto a jugar.
¿Si jugabas y eras figura lo ibas a celebrar?
Bueno, (sonríe) claro, ya estoy con La Habana, todo triunfo lo celebro con el equipo, como mismo hubiese celebrado si estuviese estado allá. Cuando uno cambia de equipo solo intentas hacerlo todo por el equipo y que salga el resultado.
¿Por qué no fuiste incluido en la selección nacional que fue al Tope contra los Estados Unidos y a los Juegos Panamericanos en Toronto? ¿Se te dio algún argumento para no estar en ese equipo?
No, no, no se me dio ningún argumento, solamente esperé como hacen todos los atletas. Esperas a que digan la preselección, a que te avisen, nunca me llamaron nunca me dijeron nada y yo dije bueno, me voy a seguir preparando igual y seguí. Entonces después me dijeron la noticia que estaba en el torneo de Holanda, me estaba preparando bien y así mismo salió el resultado en Holanda y en el torneo de Colombia también.
¿Cómo te fue con Víctor ahí en ese torneo de Holanda donde fuiste el más valioso?
Víctor es un director que exige mucho y uno aprende mucho con él. Desde que sales al terreno te pide el 100% y eso es bueno para un atleta pues te saca el extra que a lo mejor tú no sabes que tienes todavía. Me fue muy bien, con sus exigencias, ya conocemos cómo es en el terreno, lo que hay que tomarlo con la mayor paciencia posible para hacer el trabajo bien.
Probablemente eres el mejor prospecto de Cuba a tus 20 años. Tienes fuerza en la ofensiva, el corrido de bases y más deudas a la defensa. ¿Qué crees que necesitas mejorar para ser aún mejor jugador de lo que eres?
En el aspecto de mejorar, tengo que mejorarlo todo. Puede que me falte más fuerza todavía, más en la defensa, más en el corrido, todavía tengo 20 años y tengo que seguir desarrollando lo mismo en la ofensiva que en la defensa porque me queda mucho por aprender.
Tu hermano, con la situación del equipo Yokohama Bay Stars en Japón, fue sacado del roster pero tú aún seguías en la página oficial del equipo. ¿Tienes conocimiento en qué situación está el contrato actualmente?
No. Nosotros pedimos inicialmente la separación del equipo y a mí no me la dieron por cuestiones que no sé, no he pedido argumentos. Al final yo no firmé como tal ningún contrato que me obligara a estar con ese equipo todavía y me dejaron así. Incluso me tienen en esa nómina hasta noviembre y eso me perjudicó para otros contratos porque al final ya me tenían incluido en ese equipo y no pude participar en otro torneo. Con eso no cogí mucha lucha pues era una cosa que no estaba planeada, se me dio gracias a Dios, pero todavía quedan más años y más cosas por hacer.
Se te ve bastante centrado, para venir de la familia dónde vienes, la presión mediática que tienes sobre tus espaldas, por todo lo que sucedió en Sancti Spiritus, lo que ha sucedido ahora, porque estarás en el equipo Cuba, por tu nivel. ¿Cómo lo tomas a los 21 años?
Es una cosa bastante difícil pues con apenas 21 años te exigen como si fueras un consagrado de 30 años. Lo que sí hay una cosa que nosotros hacemos, nosotros tres en particular: cada vez que salimos al terreno es a darlo todo y eso la gente lo mira y por eso de una forma u otra saben lo que tú puedes dar. Por eso es que te exigen tanto y a nosotros nos gusta y lo llevamos a nosotros mismos.
Entonces con el tema de los contratos estás tranquilo. Sabes que llegará tu momento, tu oportunidad, de jugar en otra liga de mejor nivel.
El trabajo lo voy a seguir haciendo y me va a seguir interesando. La liga que sea no me interesa, solo que sí me gustaría jugar en cualquier otra liga, pero no tengo apuro con eso, porque sé que en cualquier momento puede ser.
Las Grandes Ligas. ¿Cómo lo ves? ¿Un imposible? ¿No te interesa? ¿Un sueño?
¡A qué pelotero no le gustaría jugar en la Gran Carpa! Todo el mundo sueña en llegar allí. Gracias a Dios estamos en una época de aperturas, de cambios. Ya por lo menos se está hablando y eso es una puerta más que se abre.
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