Por Reynaldo Cruz
No sé hasta qué punto puede ser o no esta a primera vez que dos cubanos integran equipos ganadores del trofeo al mejor conjunto de las dos ligas más fuertes de planeta (porque aunque muchos digan que no, después de la Major League Baseball, la Nippon Professional Baseball se levanta como la segunda liga de béisbol más exigente del orbe). Cuando Kendrys Morales (y Eric Hosmer, pero este último es solamente medio cubano) se coronaron en el Clásico de Otoño con los Kansas City Royals, se unieron a Bárbaro Cañizares, quien también lo había hecho con los Fukuoka Softbank Hawks en la Nippon Series.
Tal vez el hecho no tenga tanta trascendencia (repito que no puedo comprobar que sea o no la primera vez que suceda) si no se tratara de dos peloteros con tantos puntos de similitud entre ellos. En este caso, los paralelos se crean entre Kendrys y Cañizares.
En primer lugar, ambos jugadores integraron la selección de Industriales en Series Nacionales, y ambos fueron considerados, en los principios de sus respectivas carreras, como grandes prospectos de la pelota cubana.
Los dos iniciaron en otras posiciones, pues recordemos que Cañizares inició como receptor, y Kendrys lo hizo como tercera base y lanzador, antes de circular por los jardines. Ambos fungen hoy principalmente como inicialista o designado, y defensivamente ninguno de los dos es una maravilla.
Ambos ocuparon el cuarto turno en la alineación de Industriales.
Pero si esto no fuese lo suficientemente curioso, podríamos aguantarnos si analizamos que tanto Kendrys Morales como Bárbaro Cañizares fueron, antes de abandonar el país, miembros del equipo Cuba, ambos ocuparon al menos una vez el cuarto turno en la alineación regular de la escuadra nacional, ambos jugaron juntos y compartieron equipo tanto en los Industriales como en el equipo Cuba.
Lo más llamativo podría resultar el hecho de que ambos conectaron con el equipo Cuba jonrones que sirvieron para dejar al campo a sus rivales en juegos cruciales (Cañizares frente a Japón en 2002 con el juego empatado en el noveno inning, y Kendrys frente a Brasil en 2003, con Yulieski Gourriel en tercera y Cuba debajo por una carrera).
Este título y los Internacionales no son los únicos que comparten, pues en la temporada 2002-2003 Kendrys Morales y Bárbaro Cañizares lograron coronarse con los Industriales de Rey Vicente Anglada. En el Clásico Mundial de Béisbol de 2013, jugando por el equipo de España, Cañizares bateó con un bate Louisville Slugger de Kendrys Morales.
Pese a la distancia que separa a Japón de Estados Unidos, el hecho de que ambos hayan llegado a lo más alto por los equipos en los que participaban pone a Cuba a la vista de aquellos ojos que podían o no pensar en ignorar a la Isla Caribeña.
No importa que la Televisión Cubana no nos permita verlos: el hecho de que sepamos hoy que hay un Cubano en los respectivos equipos campeones de las Grandes Ligas y de la Liga Japonesa es razón suficiente para que sospechemos las causas oscuras detrás de la infantil, baja, inepta, arbitraria y contraproducente decisión de no proyectar los juegos por Tele Rebelde.
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