lunes, 2 de noviembre de 2015

Conversaciones en EE.UU. podrían definir futuro de peloteros cubanos.




 Según el diario The New York Times, la administración Obama y las Grandes Ligas han estado trabajando discretamente para poner fin al arduo camino que toman los peloteros cubanos para jugar en Estados Unidos.
El diario The New York Times reporta que la administración Obama y las Grandes Ligas han estado trabajando discretamente en la creación de un nuevo sistema que pondría fin al arduo camino que deben tomar los peloteros cubanos para jugar en Estados Unidos.
Ese camino, señala la nota, incluye peligrosos viajes por mar y deserciones en torneos internacionales de decenas de peloteros cubanos desde que los Castros llegaran al poder.
El diario informa que en octubre, el representante legal de las Grandes Ligas habló del tema en Nueva York con Antonio Castro, hijo de Fidel. Asimismo, funcionarios de las Grandes Ligas visitaron Cuba.
"Apoyamos mucho que el béisbol sea parte de la apertura entre Estados Unidos y Cuba", dijo Benjamin Rhodes, Asesor de Seguridad Nacional para comunicaciones estratégicas.
"Es una institución muy venerada en ambos países y en la medida en que profundizamos nuestros lazos de pueblo a pueblo con Cuba y reconstruimos puentes entre nuestras sociedades, es claro, que las Ligas Mayores juegan un gran papel”, aseguró Rhodes.
Según The New York Times, funcionarios estadounidenses y de las Grandes Ligas han recibido indicios de que las autoridades cubanas estarían dispuestas a permitir la participación de sus jugadores.
Pero otros expertos consultados por el diario dudan de que Cuba autorizaría a sus peloteros jugar profesionalmente en Estados Unidos.
Asegura el diario que en las últimas semanas, Grandes Ligas, con la bendición de la Casa Blanca solicitó una licencia para llevar a cabo negocios en Cuba a través de la oficina de Control de activos extranjeros en el Departamento del Tesoro.
La creación de una excepción para los jugadores cubanos es complicado, continúa el artículo, debido a que parte de los salarios iría a parar a manos del gobierno cubano, algo que choca de frente con la ley del embargo comercial a la isla.
Añade la nota que haría falta navegar un laberinto de reglas de los Departamentos de Estado y Tesoro para facilitar la entrada de peloteros cubanos a Estados Unidos, ya que el embargo aún existe.

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