martes, 19 de mayo de 2015

Más sobre el éxodo y el estado del béisbol cubano






El rescate a peloteros que por disímiles razones han sido abandonados o dejados fuera de sus equipos, y una apertura mucho mayor en cuanto a las contrataciones (que no sean obligatoriamente hechas por vía de Cubadeportes) deberían aparecer como puntos de interés crítico en las agendas de trabajo de la Dirección Nacional de Béisbol y la Federación Cubana de Béisbol. La situación actual del éxodo a gran escala que aqueja al deporte de las bolas y los strikes en la Isla prácticamente obliga a un análisis y a crear un plan de acción para evitar que con el béisbol cubano suceda lo mismo que con las Ligas Negras.
Se conoce de la existencia de un listado (afirmación hecha por el funcionario de los Capitales de Québeq que fichó a Yunieski Gourriel, Ismel Jiménez, Yordán Manduley y Alexei Bell), que se pone en conocimiento de los clubes interesados en los servicios de atletas cubanos. Esto, por muy organizado que pueda parecer, es más que contraproducente, pues en primer lugar, limita el espectro de posibilidades para los clubes y para los mismos peloteros.
La historia nos ha demostrado una y otra vez que los mejores peloteros de Cuba (o los mejores prospectos, para ser menos categórico y contradictorio) no son necesariamente aquellos que forman parte de la selección o la preselección nacional, ni aquellos que son “de interés para la Comisión Nacional”. Es por eso que limitar el mercado de peloteros cubanos a la larga afectará solamente al béisbol de la Isla, pues habrá menos atletas con posibilidades de aprender de otro béisbol, eso sin contar con la parte que involucra al incentivo.
Primero, deberíamos hacernos una pregunta: ¿Cuántos atletas y quiénes son los que aparecen en esta lista? ¿Será la lista que presentaron a los japoneses la misma que ofrecieron recientemente al club canadiense?
En realidad, si existiese una lista como esa —o varias listas, teniendo en cuenta que se trata de decisiones basadas en el criterio de un grupo reducido de personas— lo mejor que podría suceder es que se elimine sin que su contenido llegue a oídos de ningún atleta. ¿Se han puesto a pensar qué decidiría cualquier pelotero si descubriese que existen tres listas para las contrataciones y su nombre no figura en ninguna de ellas? Igualmente, ¿no creen que la mera sospecha de no aparecer en el susodicho listado ha sido una de las causas por las cuales el éxodo se ha incrementado?
La ola de peloteros que abandonan Cuba por distintas vías no podrá detenerse de la noche a la mañana, y mucho menos podrá disminuir con medidas drásticas. Lo que sí es cierto es que las restricciones y los límites no van a mantener a los jugadores en el país, mucho menos va a restaurar el orden.
Una serie de medidas que proponemos a continuación podría servir de experimento para ver hasta qué punto el problema del éxodo tiene o no solución, o al menos contención:
Eliminar la famosa, misteriosa y desconocida lista y declarar a todos los peloteros cubanos como elegibles para ser fichados por distintas ligas, incluyendo la MLB (veamos qué sucede si se permite y se da alguno).
Permitir la entrada de cazatalentos de distintos circuitos a Cuba, y animarlos a que visiten varias provincias con el objetivo de que no se queden en La Habana solamente (porque esto les limita la visibilidad).
Permitir la contratación de los peloteros por vías alternativas al INDER y a Cubadeportes, y ayudarles a agilizar los procesos.
Ajustar los calendarios para que estén más acordes con las demás ligas (esto ya podría estar en vías de solución, toda vez que se ha anunciado el inicio de la 55 Serie Nacional de Béisbol para finales de agosto o principios de septiembre).
Respetar los contratos firmados, y exigir que los mismos sean respetados por los jugadores y los clubes, además de tener un conocimiento bien claro de cada detalle del mismo (para que no se dé el caso de otro Yulieski Gourriel).
Respetar el calendario de la Serie Nacional de Béisbol y evitar estar haciendo cambios constantes a los programas y a la reglamentación, con el objetivo de facilitar el trabajo de los clubes foráneos (cuyos representantes podrían viajar con programas bien ajustados basados en una estricta planificación) interesados en los atletas.
Mantener al mundo informado del estado de las contrataciones y de las características de las mismas para eliminar los rumores y malos entendidos (véase nuevamente el caso de Gourriel).
Asimismo, mantener a la gente al tanto de los abandonos del país por vías legales o ilegales, con el objetivo de evitar rumores y comentarios (como recientemente ocurrió con una presunta fuga de Luis Yander La O).
Nada de esto cortará de cuajo el fenómeno del éxodo, y mucho menos podrá revertirlo, pero sin lugar a dudas podrían servir para mantener contentos a los que quieren quedarse en Cuba y podría en cierto modo menguar el flujo directo y desenfrenado que existe en estos días. Todos los meses algún pelotero abandona la Isla por diferentes vías, y la ola de atletas en busca de la Major League Baseball no parece tener freno, pero ciertas posibles medidas de contención podrían aplicarse, y no tienen nada que ver con restricciones o aumento de limitantes.
deportivasmlb@gmail.com 

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