jueves, 14 de mayo de 2015

Julio Estrada, el moldeador de los talentos cubanos


Antes de que lleguen y brillen en las Mayores, muchos de los peloteros cubanos pasan por las manos de Julio Estrada, quien se ha convertido en una especie de leyenda desde su cuartel general en la República Dominicana.
Nacido en las Villa Clara hace 38 años, Estrada ha preparado antes de que se muestren delante de los evaluadores de talento de Grandes Ligas a 22 peloteros de la talla de José Abreu, Adeiny Hechavarría y Jorge Soler, entre muchos otros; y ahora mismo posee otro grupo de más de 20 que esperan seguir el camino triunfal de sus compatriotas.
En la isla fue miembro de una selección nacional a un mundial juvenil en 1995 y jugó como receptor para los Industriales en las temporadas de 1996, 97 y 98 antes de llegar a Miami en el 2002 y dirigir en distintos niveles de escuelas como Coral Park y Braddock.
Hoy es una voz autorizada en el tema de los peloteros cubanos.
¿Cuál es tu principal función con los que llegan de la isla?
"Enseñarles lo que es el profesionalismo, que ahora su profesión es el medio para ganarse la vida y mantener a sus familias. El amor por el béisbol que trajeron de Cuba ahora se convierte en un trabajo, lo más serio del mundo. Ellos traen el talento innato, yo solo doy toques finales para que luzcan lo mejor posible''.
Se habla de que el cubano trae de la isla el llamado swing largo que odian los caza talentos…
"A pesar de que en Cuba hay buenos entrenadores de bateo, la mayoría de los pitchers no tiran 90 millas. Aquí tienes que aprender a reconocer los envíos y con el swing corto y compacto es como mejor puedes tener éxito ante un pitcheo superior y un bullpen muy efectivo por encima de las 95 millas''.
¿Cuesta trabajo cambiar hábitos de años?
"Sí es complicado, cuando de niños todos en Cuba quieren hacer un swing de jonrón. Cuando llegan aquí unos hacen los ajustes más rápido que otros. José Abreu lo hizo casi al instante, es muy inteligente y aplicado. Yoénis Céspedes también ha hecho ajustes, Yunel Escobar''.
Y en el caso de un lanzador, ¿cuál es el mayor ajuste?
"Sobre todo físico. El lanzador cubano viene sin el entrenamiento específico para lanzar 90 millas. En la isla no se ha recuperado la capacidad de formar lanzadores de poder, con una técnica depurada. Por otra parte, o están bajos de peso y masa muscular, o están pasados de peso''.
Un lanzador que llega lanzando 85 millas, ¿puede tirar por encima de 90?
"Por supuesto, con un buen entrenamiento con pesas, ajustado a cada caso, y con una alimentación controlada y balanceada. En Cuba se come con exceso de carbohidratos. Aquí la nutrición es una ciencia aplicada''.
¿Cuál es la diferencia en cuanto a dinero entre un pelotero bien preparado a otro sin buen entrenamiento en una demostración ante clubes de las Mayores?
"Millones, cientos de miles de dólares. Los equipos evalúan los recursos y los defectos de los peloteros y determinan si vale la pena invertir en ellos y cuanto invertir en ellos, así como también calculan el tiempo que les costaría pasar de las Menores a la gran carpa''.
A pesar de todo los problemas, ¿qué mantiene al pelotero cubano?
"El amor puro por el béisbol. Salen con la ilusión de jugar Grandes Ligas y de ayudar a todos los que dejaron detrás. Ese es un motor muy fuerte, un impulso muy poderoso''.
deportivasmlb@gmail.com 

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