martes, 20 de diciembre de 2016

Así funciona el tráfico de jugadores cubanos hacia las Grandes Ligas de Béisbol


Hay una enorme y brutal red de tráfico humano que provee a las Grandes Ligas de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés) de algunos de sus mejores jugadores.
Comienza con los jugadores, hombres jóvenes y talentosos que buscan escapar de la pobreza en Cuba, y termina en los equipos de la MLB que pagan grandes cantidades para obtenerlos.
En el medio hay un inframundo de 'coyotes' que incluso se asocia con Los Zetas, uno de los carteles narcotraficantes más peligrosos del mundo.
Al menos 25 jugadores cubanos han sido llevados a Estados Unidos por traficantes desde el 2004, según documentos judiciales provenientes de más de una docena de investigaciones.
En total, los jugadores le han pagado a los 'coyotes' más de 11,4 millones de dólares de sus salarios, según esos mismos documentos.
Lo que el el público ve es que llega un refugiado cubano y firma un acuerdo como agente libre por millones de dólares, pero tras bambalinas estos jugadores le deben a sus 'coyotes' una considerable porción de sus cheques. En algunas ocasiones sus familiares son mantenidos como prisioneros hasta que firman extorsivos contratos que convierten a sus traficantes en agentes deportivos, según los fiscales y el testimonio mismo de un jugador.
Algunos de estos detalles han sido expuestos en el pasado. En el 2014, una demanda reveló como el bateador cubano Yasiel Puig sobrevivió a una travesía en el inframundo mexicano antes de firmar un multimillonario contrato con los Dodgers de Los Ángeles. Y en noviembre, fiscales federales detallaron la dura vida en las casas de seguridad en México, donde los coyotes amenazaban con dispararle a los jugadores "secuestrados" si estos trataban de escapar.
Este es un lado del béisbol que la MLB no reconoce públicamente. Pero nuevos detalles acerca de este sombrío inframundo finalmente verán la luz en enero, cuando el agente deportivo Bartolo Hernández vaya a juicio por supuestamente haber tomado parte en el tráfico de 17 jugadores para asegurarlos como clientes.
La lista de testigos incluye a superestrellas de la MLB como Yoenis Céspedes y José Abreu. Hernández niega los cargos. Su abogado los califica de "pura ficción".
Explotando las reglas
Tal como en Estados Unidos, el béisbol es un pasatiempo nacional en Cuba. Sin embargo, Fidel Castro eliminó los deportes profesionales allí hace más de cincuenta años. Cono resultado, la liga amateur de Cuba está llena de estrellas talentosas. Estos jugadores gozan de reconocimiento internacional por sus habilidades, pero incluso los mejores ganan menos de 1.500 pesos cubanos al mes, aproximadamente 56 dólares.
A sólo 144 kilómetros al norte está la costa estadounidense. Si un jugador se las arregla para llegar a Florida, puede inmediatamente rentabilizar sus talentos. Todos los cubanos reciben un tratamiento especial por parte del gobierno de EE.UU., gracias a la política migratoria de "pies secos, pies mojados". Los cubanos que toquen el suelo estadounidense son inmediatamente puestos en un camino hacia la residencia legal.
Pero eso también significa que los cubanos que llegan como refugiados, como cualquiera otro en Estados Unidos y Canadá, están sujetos al mercado de intercambios de la MLB. Son escogidos por sólo un equipo. Sin poder de negociación, a los novatos se les ofrece el salario mínimo de 500.000 dólares.
Los jugadores internacionales, no obstante, no están sujetos al mercado de intercambios. Pueden negociar con cualquier equipo que escojan, y las subsecuentes apuestas pueden llevar los acuerdos contractuales a millones.
Esa pequeña grieta en el sistema crea una motivación perfecta para los 'coyotes'.
Ellos meten jugadores a México con documentos de inmigración falsificados, según varios casos resaltados por fiscales federales. Como supuestos "residentes mexicanos", ellos califican como jugadores internacionales, y pueden negociar contratos de agente libre con los equipos de la MLB.
Todos parecen ganar. El jugador obtiene un abultado salario, los traficantes una buena tajada y la MLB a sus estrellas. Pero el proceso entero impulsa empresas criminales envueltas en un violento tráfico humano. Llena los bolsillos de un cartel narcotraficante y saca ventaja de los jugadores al extorsionarlos.
La MLB se ha rehusado a comentar acerca del tráfico de jugadores a pesar de numerosos pedidos de CNNMoney.
La travesía de un jugador por México
El FBI e investigadores de Aduanas e Inmigración no han hecho públicas las entrevistas de sus agentes con jugadores y sus familias, y ningún jugador de béisbol le hablaría a CNNMoney acerca de esto.
Pero sí existe un solo y detallado testimonio de primera mano acerca de esta travesía. Viene de un jugador, Leonys Martín Tápanes, quien demandó a sus 'coyotes' en el 2014 en lugar de pagarles. La siguiente es la descripción que reposa en su demanda.
Martín era un bateador estrella en el equipo nacional de Cuba y desertó en agosto del 2010. Él y su padre, junto a dos amigas, contrataron un bote charter para escapar de La Habana. En una playa a las afueras de la ciudad, nadaron una noche hacia donde estaba el barco.
El bote se dirigió hacia el puerto de Cancún, donde una van esperaba por ellos. Un hombre armado los condujo hacia una casa a quince minutos de ahí.
Según investigadores federales, esta operación portuaria pertenece a Los Zetas, un cartel narcotraficante mexicano notoriamente violento. En varios casos criminales, los 'coyotes' han descrito cómo le pagan a Los Zetas para facilitar la operación: el cartel los protege de grupos rivales y sobornan a la policía para que esta ignore a los inmigrantes ilegales.
Fue en la casa de seguridad donde Martín conoció por primera vez a Eliézer Lazo, su traficante. Lazo, un cubano exiliado, había viajado desde Miami para conocer a su nuevo 'premio'. Lazo portaba un arma enfundada y no lo dejaría ir sin sacarle un contrato, según Martín.
"Tú vales mucho", le dijo Lazo, según la demanda de Martín.
Él, tal vez anticipando su futura riqueza en el béisbol, le ofreció 40.000 dólares para que los dejara ir tanto a su familia. Lazo no aceptó.
A las pocas semanas, Martín y su familia fueron llevados de un apartamento a un hotel en México, esquivando a otros contrabandistas que quieren reclamar el 'premio'.
Eventualmente, ellos fueron separados cuando la familia de Martín fue trasladada a la casa de Lazo en los suburbios de Miami, donde vivían bajo vigilancia de Lazo. Martín dijo que temía que su familia, mantenida en custodia, fuera usada como una influencia.
Mientras tanto, Martín fue mantenido en un rancho junto con otros jugadores cubanos de béisbol cerca de Monterrey, México. Los fiscales dicen que los jugadores estaban rodeados por guardas armados, y aseguró que le hubieran disparado si se hubiera atrevido a escapar.
Algunos meses más tarde, los reclutadores estadounidenses de béisbol fueron llamados para mirar a Martín y a otros jugar en un estadio local, según asegura Martín. Los estadounidenses estaban impresionados con lo que vieron, y muchos equipos de la MLB hicieron ofertas.
En el 2011, Martín aceptó un contrato de 15,5 millones de dólares de los Rangers de Texas, pero sólo después de acordar darle un 35 por ciento de su salario a Estrellas del Béisbol, una escuela fachada de propiedad de Lazo. Ese porcentaje es siete veces superior al que percibe un agente regular de la MLB.
Martín asegura que sólo pudo reunirse con su familia tras firmar su contrato.
La horrenda travesía de Martín eventualmente salió a la luz. Él paró de pagarle a sus 'coyotes' su cuota extorsiva. Estrellas del Béisbol lo demandó por violación de contrato en el 2012. Martín los contrademandó en el 2012, argumentando que el contrato era ilegal. H. Ron Davidson, un fiscal federal de Miami que lleva a cabo varias casos contra traficantes cubanos de béisbol, presentó demandas criminales contra Lazo y su empresa.
Los investigadores federales encontraron que la organización de Lazo ha hecho lo mismo con 17 jugadores cubanos.
Según investigadores federales, la operación traficante de Lazo le sacó al menos 6,4 millones a José Abreu al ser contratado por los Medias Blancas de Chicago. Le sacaron más de 737.000 dólares a Adeiny Hechavarria, actual paracortos de los Marlins de Miami. Le extrajeron al menos 871.000 dólares de contratos firmados por Dalier Hinojosa, pitcher de los Filis de Filadelfia. También le sacaron cerca de 200.000 dólares al contrato de Yunesky Maya con los Nacionales de Washington.
Por lo menos otros cuatro jugadores contrabandeados terminaron en las ligas menores
En el 2014, Lazo admitió haber extorsionado y contrabandeado a estos jugadores cubanos, así como a otros trabajadores ordinarios. Como parte de su acuerdo de admisión de culpabilidad, Lazo aceptó renunciar a su participación en 20 contratos con jugadores de béisbol. En total, cuatro personas fueron declaradas culpables en esta trama.
El próximo objetivo en estas energéticas medidas es Hernández, el agente que representó a Martín y a los otros. Ninguno de los equipos mencionados en este artículo respondió las preguntas acerca de los contratos que fueron facilitados por los 'coyotes'.
Lo más llamativo, sin embargo, es que la operación de tráfico humano de Lazo no era la única.
Otras tramas de tráfico humano
En otro caso, un agente deportivo llamado Gustavo Domínguez llevó a siete jugadores cubanos de béisbol que se desempeñaron en las divisiones menores para los Marineros de Seattle, los Bravos de Atlanta, los Diamondbacks de Arizona y los Yankees de Nueva York. Le pagó a un narcotraficante 225.000 dólares para meter jugadores cubanos a EE.UU., y luego inventó un elaborado esquema para ocultar su presencia, meterlos por México y firmar contratos lucrativos desde allí.
Domínguez fue encontrado culpable en un juicio en el 2007. Fue sentenciado a cinco años en una prisión federal.
Otra investigación cayó sobre el agente deportivo que llevó a Yasiel Puig a los Estados Unidos y lo negoció con los Dodgers de Los Ángeles. Ese agente, Gilberto Suárez, se enteró de que Puig y otros estaban siendo retenidos contra su voluntad en México por contrabandistas que seguían aumentando sus honorarios.
Suárez organizó una operación de extracción nocturna, luego ayudó a los cuatro cubanos a hacer su camino hacia el norte mientras esquivaba a los policías corruptos, a los matones de los Zetas y a los capitanes de los barcos, según las transcripciones judiciales de la sentencia de Suárez. El grupo estaba apiñado en un hotel de aeropuerto cuando Los Zeta terminaron en un tiroteo con la policía en la zona de comidas de la terminal aeroportuaria.
En el 2014, Suárez llegó a un acuerdo de declaración de culpabilidad admitiendo el delito de tráfico humano y su participación en el contrato de Puig. Pasó un mes en la cárcel.
En casi cada caso, los 'coyotes' dicen que estaban ayudando a los cubanos a escapar de una dura situación, al ofrecerles la posibilidad de alcanzar el sueño americano, incluso a un gran costo.
Lo que no ha sido explicado aún es cuánto sabe la MLB de esto.

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