Hace menos de tres meses, el as de los Marlins, José Fernández, falleció en un accidente marítimo. Por supuesto, la ida a destiempo del cubano impactó de manera incalculable al equipo de Miami y a todos los allegados al joven.
Ahora, al manager Don Mattingly y al resto de la organización les toca la difícil tarea de seguir adelante en su esfuerzo por mejorar como equipo en el terreno de juego.
"Creo que manejaremos bien (la parte emocional)", dijo Mattingly, quien se prepara para su segunda campaña al frente de los Peces luego de cinco años como dirigente de los Dodgers. "Obviamente, no sé a ciencia cierta. Cada uno de nosotros enfrenta la situación a nuestra manera.
"Creo que con lo que pasó, al final de la temporada se vio cierta fuerza y los muchachos se unieron aun más que en el pasado. (La tragedia) pareció unirnos más, pero no creo que eso pueda ser un factor de aquí en adelante. Vamos a tener que salir a rendir y hacer las cosas necesarias para ganar los juegos".
En términos prácticos con el 2017 en la mira, la ausencia de Fernández - quien ganó 16 juegos con efectividad de 2.86 y 253 ponches la temporada pasada - deja un hueco enorme en el cuerpo monticular de los Marlins.
"La pérdida de José nos pone en una situación diferente, porque hemos perdido a uno de los mejores lanzadores del béisbol y no vamos a poder reemplazar eso", expresó Mattingly.
Como están las cosas ahora mismo, Adam Conley, Wei-Yin Chen el recién firmado Jeff Locke y los dominicanos Edinson Vólquez y José Ureña se perfilan como los cinco abridores principales de Miami para la próxima campaña.
Claro está que los Marlins podrían buscar adquirir a otro abridor de cartel durante el invierno, pero Mattingly habló de la importancia de reforzar un relevo que cuenta ahora mismo con A.J. Ramos como su cerrador.
"Tenemos que ser creativos a la hora de crear un mejor bullpen que pueda acortar los juegos", afirmó el dirigente. "Es más fácil decirlo que hacerlo, porque una temporada de 162 partidos te pone en una situación única.
"Tienes que contar con lanzadores que puedan tirar múltiples innings y que puedan volver a tirar pronto. También hay que tener opciones para reforzar el bullpen para mantenerlo fuerte y en salud. Esos son los retos para dar el próximo paso".
Ese "próximo paso" sería competir seriamente por un cupo en los playoffs. Los Marlins terminaron el 2016 con marca de 79-82, pero a partir del 19 de julio tenían récord de 51-42 y no cayeron por debajo de .500 hasta el 4 de septiembre.
En otras palabras, a los Peces se les acabó la gasolina en la recta final, sin figuras como Conley, Chen, Giancarlo Stanton y un Justin Bour apenas recuperado de una lesión.
"Sí hubo factores", dijo Mattingly sobre el desplome. "No sé si nos cansamos a nivel mental, pero sí veo eso como parte del proceso.
"Pasando del 2016 al 2017, uno espera que se haya aprendido algunas lecciones. A veces como jugador pasas por cosas y no aprendes tus lecciones. Pero si puedes analizar las cosas en la temporada muerta, podrías decir 'Hey, pude haber hecho esto diferente, debí estar allí, me emocioné ahí'".
Con un núcleo joven de jugadores de posición como Stanton, Christian Yellich, el dominicano Marcell Ozuna, el cubano Adeiny Hechavarría, Bour, Dee Gordon y el venezolano Martín Prado, los Marlins parecen tener una buena base.
"Vemos bien el carácter del equipo y creemos que los jugadores tienen confianza en sí mismos, con una oportunidad de progresar", dijo Mattingly. "Espero que los muchachos hayan aprendido muchas lecciones y que podamos crecer. "Está por verse".
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