Posted by: admin in La Carpeta de Iván diciembre 19, 2015 0 90 Views
No todos los días un fanático al
béisbol en Cuba tiene el privilegio de charlar con ídolos de la
MLB, solicitar autógrafos o tirarse fotos de manera distendida.
Especialmente si esas estrellas
beisboleras son de origen cubano que hasta hace pocos años,
espectadores como Sergio Giralt, se calentaban las palmas de sus
manos aplaudiendo los jonrones siderales de José Dariel Abreu o el
juego agresivo de Yasiel Puig en el viejo estadio del Cerro.
En la mañana del 15 de diciembre,
Giralt, presidente de la peña MLB.CU y media docena de afiliados, se
llegaron al hotel Nacional para saludar a jugadores y directivos de
la comitiva de Grandes Ligas que durante tres días efectuaron una
visita a la Isla.
“La conferencia de prensa estaba
señalada para las dos de la tarde. Nosotros llegamos bien temprano.
Pudimos evadir el control de seguridad y cuando los peloteros bajaron
al lobby, nos tomamos fotos y charlamos con ellos”, cuenta Sergio
Giralt, un mulato fibroso que puede estar muchas horas hablando de
béisbol.
La peña que preside Giralt radica
en el parque John Lennon, en la Calle 17 entre 6 y 8, Vedado, y desde
hace veinte años, cada viernes a las cinco de la tarde, se reúnen
para intercambiar estadísticas, comentar sobre las nuevas
contrataciones en la MLB y confirmar cuál fue el último pelotero
cubano que saltó la cerca.
En la tarde del martes los socios de
la peña se dieron banquete. Hablaron con Miguel Cabrera sobre los
cuatros títulos de bateos ganados en el Big Show, se tomaron un
selfie con el soberbio lanzador zurdo Clayton Kershaw, tres veces
ganador del Cy Young, y saludaron al mítico Joe Torres, quien
condujo al Duque Hernández a ganar tres anillos de Serie Mundial con
los Mulos de Manhattan.
Pero el plato fuerte fue charlar con
sus compatriotas. Como viejos amigos, Abreu, Puig, Alex Ramírez,
Brayan Peña y John Jay platicaron con decenas de cubanos que sienten
pasión por el deporte de las bolas y los strikes.
Al día siguiente, el antiguo
estadio, situado en la barriada de El Cerro, fue un espectáculo.
Medio centenar de niños y adolescentes recibieron una clínica de
béisbol con las estrellas de la MLB y glorias de la pelota en Cuba.
En cuatro rotaciones los chicos
recibían los consejos de Peña detrás del plato, Kershaw desde el
box, Ramírez, Cabrera y Abreu en el infield y Jay, Nelson Cruz y
‘caballo loco’ Puig en los jardines.
Al concluir, los padres y fanáticos
bajaron al terreno para tomarse fotos y solicitar autógrafos. Al
mediodía del 16 de diciembre, en la peña del Parque Central, en el
corazón de La Habana, el tema del día era la visita de directivos y
jugadores de la MLB a la Isla.
Antonio Bermúdez, casi afónico,
daba gracias a Dios por tener la dicha de estrechar su diestra con
luminarias del mejor béisbol del mundo, y por la nueva política del
régimen, de reconocer a los peloteros que en su día huyeron de Cuba
buscando mejores salarios.
“Fue un error del gobierno
censurar a los peloteros cubanos que se marchaban. A esos reproches
de la prensa oficial se le debe pasar página. La patria es de todos.
Y los verdaderos amantes a la pelota nunca los hemos olvidados”,
expresa Bermúdez.
Casi todos los fanáticos están
disgustados con el tratamiento informativo que los medios locales le
han dado a la visita de la MLB. “En el noticiero entrevistaron a
Nelson Cruz, Joe Torres y Miguel Cabrera, pero no a los peloteros
nuestros. Es como si en Argentina la prensa le diera realce a
Cristiano Ronaldo por encima de Leo Messi”, señala un joven
vestido estudiante.
Los medios oficiales hablan de los
jugadores cubanos en la MLB con la boca apretada. Desde hace año y
medio, la televisión trasmite algún que otro partido donde juegan
peloteros cubanos, pero no se analizan sus actuaciones ni se
diseccionan sus estadísticas.
Rubén, trabajador del instituto de
radio y televisión, explica que “se trata de una política
informativa diseñada por los censores del Partido Comunista. Se
abrió el banderín para hablar de las Grandes Ligas, pero el
tratamiento noticioso a los peloteros cubanos debe ser bajo,
discreto. Todavía en Cuba hay directivos que los ven como
traidores”.
Otra cosa piensan los fanáticos.
Sergio Giralt considera que “nadie, ni Fidel ni Raúl Castro, nos
pueden despojar del éxito y el reconocimiento de nuestros peloteros
en la MLB. Ellos son un orgullo para la nación, aunque a muchos no
les guste”.
Texto y foto: Iván García
Foto: Yasiel Puig (Cienfuegos,
1990), jardinero de los Dodgers de Los Angeles, durante la sesión de
entrenamiento con niños habaneros que practican béisbol, el
miércoles 16 de diciembre, en el estadio situado en El Cerro, uno de
los quince municipios de La Habana. Inaugurado el 26 de octubre de
1946, en 1971 fue modernizado y ampliado. Fidel Castro lo rebautizó
con el nombre de Estadio Latinoamericano. Actualmente, el coloso del
Cerro tiene capacidad para 55 mil espectadores y los cubanos le dicen
“el Latino”.
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