John Vila Acosta 24 Febrero 2016
El otrora jonronero cubano Lázaro Junco expresó, en declaraciones exclusivas a la ACN, que para convertirse en bateador de largometraje resulta imprescindible dominar los fundamentos técnicos a la hora de conectar la bola.
Junco, segundo bateador con más cuadrangulares en el béisbol cubano con un total de 405, opinó que por ese motivo a los jugadores jóvenes se les inculca la necesidad de perfeccionar sus habilidades con el madero, en contraposición a la idea de incitarlos a buscar vuelacercas.
El expelotero natural del municipio Limonar en la provincia de Matanzas refirió, además, que desde su experiencia como entrenador de bateo de la categoría sub-15 años en la llamada Atenas de Cuba, siempre apuesta por educar a los infantes en el desarrollo de la mecánica ofensiva.
A partir de que el deportista llega a la etapa juvenil (de 16 a 18 años) se le pude incentivar a explotar sus capacidades como toletero de fuerza, si es el caso, pero el error radica en apurarlos demasiado, aseveró el jugador más valioso de la temporada 1982 -1983.
Creo que surgirán sluggers en Cuba si se utiliza la estrategia correcta en los entrenamientos, si hacemos conciencia acerca de la importancia del trabajo individual sobre las deficiencias de cada jugador, solo así desarrollaremos “el poder” con el que nacen algunos peloteros en La Isla, sentenció.
Lázaro Junco Nenínger integra el muy selecto grupo de jonroneros con más de 400 bambinazos junto a los extraclases Orestes Kindelán (487) y Omar Linares (404).
Junco, segundo bateador con más cuadrangulares en el béisbol cubano con un total de 405, opinó que por ese motivo a los jugadores jóvenes se les inculca la necesidad de perfeccionar sus habilidades con el madero, en contraposición a la idea de incitarlos a buscar vuelacercas.
El expelotero natural del municipio Limonar en la provincia de Matanzas refirió, además, que desde su experiencia como entrenador de bateo de la categoría sub-15 años en la llamada Atenas de Cuba, siempre apuesta por educar a los infantes en el desarrollo de la mecánica ofensiva.
A partir de que el deportista llega a la etapa juvenil (de 16 a 18 años) se le pude incentivar a explotar sus capacidades como toletero de fuerza, si es el caso, pero el error radica en apurarlos demasiado, aseveró el jugador más valioso de la temporada 1982 -1983.
Creo que surgirán sluggers en Cuba si se utiliza la estrategia correcta en los entrenamientos, si hacemos conciencia acerca de la importancia del trabajo individual sobre las deficiencias de cada jugador, solo así desarrollaremos “el poder” con el que nacen algunos peloteros en La Isla, sentenció.
Lázaro Junco Nenínger integra el muy selecto grupo de jonroneros con más de 400 bambinazos junto a los extraclases Orestes Kindelán (487) y Omar Linares (404).
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