El diario oficialista Granma ha publicado un artículo donde “pone el parche antes de la herida”, justificando un posible descalabro de la selección cubana en el venidero Panamericano Toronto 2015
jueves, julio 9, 2015 | Orlando Freire Santana | 2 Comentarios
LA HABANA, Cuba. -Acaba de concluir el tope amistoso de béisbol entre la selección nacional de Cuba y un equipo universitario de Estados Unidos. El enfrentamiento terminó con tres victorias para los norteños y dos para los cubanos. Las derrotas cubanas fueron aparatosas: dos nueve ceros— incluyendo un juego en el que no conectaron hits— y otra donde recibieron knockout por estar perdiendo por más de 10 carreras a la altura del séptimo inning.
Tomando en cuenta que ese equipo es el que representará a Cuba en los Panamericanos de Toronto, donde la isla aspira a reconquistar el cetro de este deporte perdido en Guadalajara 2011, es lógico que tal resultado preocupe a las autoridades y a la prensa oficialista.
Aun faltando un juego para el final de esta serie de preparación, el periódico Granma publicó el trabajo “Reflexiones en frío”, en un intento por descifrar las causas del descalabro. He aquí las expuestas: que si los bateadores cubanos no están acostumbrados a enfrentarse a pitchers que lancen rectas de más de 90 millas por hora; que si se necesita una preparación psicológica más intensa; que si hay que probar nuevas estrategias; que si hay que entrenar más para que los lanzadores tengan un rendimiento más estable…, y otras por el estilo.
Es indudable que esas deficiencias pueden haber influido en las derrotas cubanas. Sin embargo, cualquier observador medianamente informado sabe que Granma obvió el problema más grave que afecta a nuestro beisbol: el abandono del país por parte de los mejores peloteros. Entonces, con vistas a obtener un criterio alternativo, nos encaminamos a la Peña del Parque Central, el sitio donde más se habla de béisbol en La Habana, que por cierto era casi el único que lo hacía. Porque, aunque parezca increíble, aquí solo se hablaba en estos días de la Copa América de fútbol.
Al momento de nuestra llegada un veterano aficionado expresaba lo siguiente: “Aquí siempre, desde que se acabó el béisbol profesional, hubo peloteros que se iban para jugar en las Grandes Ligas. Fueron los casos, por ejemplo, de René Arocha y Bárbaro Garbey. Pero eran episodios aislados. Nunca esta hemorragia que amenaza con desangrar al beisbol cubano. Ahora lo raro no es que se vayan, sino que se queden los buenos prospectos”.
Otro peñista torció el rumbo de la plática hacia el tope Cuba-Estados Unidos: “No digo yo si van a perder la serie. ¿Usted sabe lo que significa que de pronto se te vayan dos jugadores clave en el equipo: casi el mejor jardinero y el mejor jugador de cuadro? Pero los casos de Yadier Hernández y Luis Yander La O podrían no ser las únicas deserciones en la actual gira. Que tengan cuidado con Roel Santos y José Adolis García, dos muchachos con buenas perspectivas. Cada vez que veo a Adolis me acuerdo de otro avileño, Rusney Castillo, que firmó contrato por más de 70 millones de dólares con un equipo de Grandes Ligas”.
Y un aficionado de gorrita azul, evidente partidario de Industriales, se refirió a lo que más le duele: “¿Y qué será de Industriales en la próxima serie nacional? Los hermanos Gurriel, Yuliesky y Lourdes, son dos incógnitas. El primero es casi seguro que no juegue más en Cuba, si hasta renunció al equipo nacional. Cualquier día podríamos verlo con el uniforme de los Yankees de Nueva York”.
Cuando me marchaba les comenté a los presentes que ese día el periódico Granma solo había señalado problemas técnicos para explicar las derrotas ante Estados Unidos. “! Qué se puede esperar de ese periódico!, ripostó uno de los peñistas. Y concluyó: “De haber sido el órgano de prensa de Napoleón, quizás los franceses no se hubiesen enterado de que el emperador había sido derrotado en Waterloo”.
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