jueves, 29 de enero de 2015

FUERTE EQUIPO CUBANO A LA SERIE DEL CARIBE


Por Sergio Girat estrada

Ya se encuentra en predios pinareños el equipo que representará a Cuba en la venidera Serie del Caribe prevista a celebrarse del 2 al 8 de febrero en Puerto Rico. Para la ocasión, las autoridades de la Isla reforzaron al equipo campeón de la pasada serie Pinar del Rio, con los mejores 18 peloteros del verde caimán.

Tras el gran papelazo del equipo Villa Clara en la pasada Serie del Caribe en Islas Margarita, Venezuela, Alfonzo Urquiola uno de los mejores managers tendrá en su haber la conducción de la selección antillana, ahora bajo el nombre de Pinar del Rio, cuyas pretensiones será demostrar la gran calidad del beisbol “amateur” cubano.

“Este grupo de peloteros es lo mejor que tenemos hoy en nuestro beisbol”, dijo Alfonso Urquiola, que dirigirá a la selección escogida. “No vamos solo a participar, sino tambien a competir”.

El beisbol cubano fue fundador del torneo en 1949, y gano siete de los 12 primeros títulos hasta 1960, año en que dejo de participar después que el gobierno de Fidel Castro prohibió el deporte profesional en la Isla.

Figuras como Freddy Asier, Norge Luis Ruiz, Giorvis Duvergel, Alfredo Despaigne, Frederick Cepeda y los hermanos Gurriell tratarán esta vez de ganar el fuerte torneo en el que Cuba antes del 59, dominaba ampliamente.

No obstante, los conocedores de la calidad del beisbol del Caribe, aun están escépticos con esta selección, y dudan que se pueda resarcir la pésima actuación de Venezuela, toda vez que en estas ligas militan peloteros con mucho oficio y calidad, y muchos de ellos participan en equipos de las Grandes Ligas Norteamericanas.

Otro tema siempre presente en la mente de las autoridades es la cuestión de las decepciones. Si bien muchos de los famosos de este equipo han permanecido fieles a los designios de la dictadura, siempre los espectadores esperan que algunos de ellos deserten para incursionar en el beisbol de Grandes Ligas. Recordemos que en los últimos años estrellas del calibre de Yasmany Toma, Yoenis Céspedes, Rudney Castillo, José Dariel Abreu y otros, después de haber abandonado la selección nacional de Cuba firmaron contratos millonarios con diferentes equipos de la gran carpa.

Las autoridades del beisbol cubano están enfrentando la situación más difícil. Quieren recompensar mejor a sus jugadores con más salario y con la oportunidad de ganar dinero en el extranjero, pero no a expensas de lidiar con la MLB, puesto que  enviar jugadores a los Estados Unidos significaría que no regresen a Cuba a jugar pelota invernar y tambien estarían perdidos para representar a la selección nacional.


El dominicano Juan Francisco Puello, presidente de la Confederación de beisbol profesional del Caribe califico de “saludable” el hecho que Cuba quiera abrirse a otros escenarios.

deportivasmlb@gmail.com 

martes, 20 de enero de 2015

Abreu anhela clasificar en el 2015 con Medias Blancas


José Abreu señala que los movimientos de Rick Hahn este invierno le han dado la oportunidad de mejorar su inglés.
El cubano, quien fue nombrado el Novato del Año en la Liga Americana el año pasado, ha estado atento a los movimientos de impacto que ha hecho el gerente general de los Medias Blancas. A través de Twitter, el internet y la cadena MLB Network, se mantuvo informado acerca de la adquisición de Jeff Samardzija y las contrataciones de los agentes libres Adam LaRoche y el dominicano Melky Cabrera.
Abreu, quien está entrenando en Miami, sacó un tiempo para hablar conMLB.com acerca de su entusiasmo para la campaña del 2015 y las expectativas que rodean al equipo.
"Me estoy preparando para una temporada más larga", dijo Abreu. "No me estoy preparando para 162 juegos. Quiero playoffs en Chicago.
"Los logros individuales no importan. Al final, seremos recordados por lo que hicimos a nivel colectivo y, como equipo, tenemos asuntos pendientes este año y en adelante".
Los números de Abreu en el 2014 - promedio de .317, 36 jonrones y 107 remolcadas (y ni hablar de su slugging de .581, el mejor en Grandes Ligas) - más que justificaron el contrato de seis años y US$68 millones que le dieron los Medias Blancas en invierno pasado. De hecho, los aportes del cubano motivaron al club a acelerar su reconstrucción.
Aunque la llegada de LaRoche significaría que Abreu tendrá que compartir el rol de inicialista defensivo, Hahn ha dicho que este año, al igual que en el 2014, el cubano fungirá como primera base titular en aproximadamente 109 partidos. Como sea que se dividan los papeles de inicialista y bateador designado, Abreu está consciente de las ventajas de contar con un cuarto bate establecido y de que ambos tomen respiros en cuanto a la defensa se refiere.
Dado el nivel que ya ha mostrado, es fácil olvidar que Abreu estar por comenzar apenas su segunda temporada en Grandes Ligas. Por lo tanto, el cañonero de 27 años de edad sabe que puede aprender mucho de una figura como LaRoche, quien le ofrecería conocimientos como los que le brindaron Adam Dunn y Paul Konerko en el 2014.
"Adam Dunn me ayudó mucho con mi entendimiento del béisbol y de Paulie aprendí muchas cosas en cuanto al deporte y ser un líder se refieren", manifestó Abreu. "LaRoche ha tenido una gran carrera y tiene mucho béisbol por delante. Será beneficioso para ambos compartir las responsabilidades de la primera base y bateador designado por el bien del equipo y de la organización".
Ver la Serie Mundial entre los Gigantes y los Reales, junto con los movimientos de Hahn, tiene a Abreu ansioso por comenzar los entrenamientos.
"Kansas City fue un equipo al cual nos enfrentamos tantas veces que llegué a conocer a muchos de los jugadores del club, especialmente a los latinos. Me puse a pensar, 'Vaya, quiero estar ahí algún día", dijo Abreu. "Ganar juegos con los Medias Blancas y obviamente llegar a la postemporada - ése es mi sueño".
deportivasmlb@gmail.com 

“Hablar de Casanova es hablar de un Dios”. Pedro Jova

En el Salón Adolfo Luque, del EstadioLatinoamericano, a nadie extrañó la presencia de este jugador entre los electos al Salón de la Fama del Béisbol Cubano, cuya ceremonia de exaltación se llevó a cabo en el Juego de las Estrellas de Bayamo, Granma, el 29 de diciembre de 2014, una fecha que será recordada.
De cuello y corbata recibió el preciado galardón con figura tallada en bronce, que lo inmortalizaría ante el pueblo que lo vio surgir y alcanzar la cumbre. A su lado estuvieron Vinent, Muñoz, Kindelán y su ahijado en los terrenos de juego, Omar Linares. Grandes entre los grandes, ellos abrieron el camino entre los jugadores de Series Nacionales, bajo la protección histórica de Esteban Bellán, Conrado Marrero, Camilo Pascual, Miñoso y Amado Maestri, todos en un haz de cuatro letras.
Tampoco es de extrañar que sus primeras palabras fueran hacia tantos compañeros vueltabajeros y de todo el país, que en el futuro serán elegidos, porque este hombre de granito jamás ha pensado en primera persona. Por delante los demás, ha sido una religión de cuna que lleva como estandarte. Así lo define otro inmortal:
Lo que más admiro en él es su nobleza, no tiene mal carácter. Nunca olvidó su origen; al igual que a mí, no se me puede olvidar que siendo un niño tenía que hacer de todo para subsistir. No es ambicioso, siempre compartíamos el mismo cuarto. En Bélgica estaba lesionado y había que infiltrarlo y le dije que no se moviera, que yo se lo traía todo al cuarto, comida, medicina, etcétera.[1]
El 5 de diciembre de 1956, de Félix Orlando y Esthervina, nació Luis Giraldo Casanova Castillo, quien con el tiempo sería, al decir de Bobby Salamanca, El Señor Pelotero. El alumbramiento, doloroso y fecundo, fue en el Central Orozco de Bahía Honda, hoy Pablo de la Torriente Brau.
Niño intranquilo en familia humilde de doce hermanos, feliz y bien llevada, conoció de penurias e injusticias contadas por el padre, la personalidad que más influencia le ha ejercido. Nadie pudo imaginar que aquel vejigo escalaría tan alto en el Deporte Nacional Cubano.
Fue un estudiante inclinado a las matemáticas, de buena disciplina, pero no hecho para los libros, pues su vida estaría, forzosamente, vinculada al mundo de las bolas y los Stripes. No comenzaría en ese deporte, sino en el baloncesto y también jugó balonmano.
No obstante, la pelota se había creado para él y él para ella; ambos se complementan. En su pueblo, el receptor Pascualito Abreu lo convenció para que dejara el basket y se dedicara a la receptoría. No sin cierta renuencia, consiguió la aprobación de los padres para llevarlo a la EIDE. Allí comenzaría su escalada beisbolera. Poco después lo conocí en unos Juegos Escolares en el Borrego Park pinareño, comenté sus aptitudes y escuché: –Ése es el Capirro, el mejor.
Casanova fue un muchacho ambicioso, no del dinero ni cosas materiales que jamás le han interesado, sí por avanzar en la obra que se propuso y logró con creces. En el estadio admiraba a bateadores como Capiró y Marquetti. Después jugaría con ellos y contra ellos, quienes también lo admiran.
A partir de 1974 se abrió paso, cuando comenzó con Vegueros, bajo las órdenes de Francisco Martínez de Osaba, más conocido por Catibo, aunque su gran descubridor fue José Miguel Pineda, a quien los narradores Rubén Rodríguez y Bobby Salamanca aconsejaron ubicarlo en el cuarto turno al bate. Muchos criticaron tal decisión con un desconocido, pero el manager se mantuvo en sus trece: –Déjenlo ahí, si sirve pronto lo sabremos. –Y allí estuvo todo el tiempo.
Es difícil encontrar jugadores de la talla de Casanova, no solo por sus cualidades como bateador, a la defensa, velocidad de piernas y tiros certeros como disparos de cañones. A mi juicio, es en la cosmovisión donde radicó su excepcionalidad. Con uno de los brazos más poderosos y certeros desde los jardines, solo tiraba a home o la antesala cuando había una posibilidad clara del out.
En la primera campaña casi no jugó, otros calzaban bien los arreos, como Arturo Díaz y Jesús Escudero. Pero quiso la vida que coincidiera con Juanito Castro, quien sería el más grande catcher de siempre. A ellos no los eximieron del cumplimiento del Servicio Militar Obligatorio, e integraron el mismo team en unos Juegos Militares. Allí el manager Alpízar decidió enviar a Casanova para el right field y Juanito quedó detrás del plato. La sabia decisión permitió abrir el camino a quienes dejarían huellas indelebles en el mundo del béisbol.
En su segunda temporada, bajo las órdenes de Pineda, Casanova, El Capirro, o sencillamente El Capitán, discutió el Novato del Año con Lourdes Gourriel, otro que bien bailó. Quizás haya sido una injusticia, pues el vueltabajero conectó más cuadrangulares, impulsó más carreras, dio más extrabases y se destacó más a la defensa, pero Gourriel le aventajó en el average y le otorgaron el preciado galardón. En su humilde andar por la vida, justifica aquella decisión a favor del amigo. Y punto.
Su entrada al equipo Cuba fue por la puerta ancha en los Juegos Centroamericanos de Medellín, Colombia 1978. Llegó de sustituto y terminó como titular. Una tarde Servio Borges lo mandó a empuñar por Antonio Muñoz y conectó un batazo que la bola fue a dar a una distancia pocas veces vista. Ya no volvió a la banca, destronó a un rey de la posición como Wilfredo Sánchez, en plenitud de facultades.
Los jugadores así no tienen rivales, solo el tiempo, el implacable, los echa a un lado. Más de una década estuvo con la Selección Nacional. Los scouts de todo el mundo, en especial de las Grandes Ligas, le anduvieron detrás para comprarlo, cual se compra un par de zapatos, un automóvil o un pantalón; él ni siquiera oyó las propuestas. Dicen que le llamaron “el millonario pobre”, e hicieron publicidad con él.
Casanova es un hombre de muchas anécdotas. Sus excepcionales condiciones y resultados históricos son bien conocidos, por eso prefiero hablar de cosas que lo engrandecen como ser humano. Jamás le ha faltado a nadie, ha hecho de la amistad un culto. Solo así se despoja un hombre del dinero de un viaje para regalárselo a su compañero de equipo el día de bodas, como sucedió con Jorge Luis Valdés, y usted tiene que enterarse por otros, porque él jamás lo ha comentado; lo hizo, y basta.
En su primer viaje al exterior, Linares no tenía grabadora en la casa. Sin pensarlo dos veces, le entregó todo su dinero para que reuniera lo necesario: –Yo tengo la mía. –Ubicaron al Niño bajo su protección y lo cuidó como se cuida a un hijo.
Una vez lo expulsaron del terreno, cuando respondió fuera de sí ante un lanzamiento avisado del villaclareño Octavio Gálvez. Incapaz de guardar rencores ni criar venganzas, hoy conserva los mejores recuerdos.
Eso fue en una conversación entre un grupo de peloteros de Las Villas y Pinar del Río, haciendo cuentos, y yo le digo a Jova: –‘Voy a decirle al pitcher de nosotros esta noche que te tire por los pies, para sacarte del juego’. Y yo no sabía ni quién iba a pitchear, porque esa conversación fue por el día y el juego era de noche. En ese momento él llega y dice: –Bueno, si yo pitcheo te voy a dar dos pelotazos. –Y es ahí donde yo le digo: –‘Yo no he hablado contigo, si me das uno no voy a entender que se te fue la bola, voy a pensar que me la tiraste’. Cuando estamos jugando él no está pitcheando, viene de relevo cuando yo voy a batear y ahí es donde me da el pelotazo.[2]
No obstante su entrega sin límites al terreno, ha cargado varias injusticias, como aquella donde Servio Borges lo llevó a la banca un día después de conectar tres jonrones en un desafío, en la ciudad de Edmonton, Canadá. Lo que más le duele es que el manager mintió a la prensa cuando afirmó que él estaba enfermo. –Me preocupé porque eso lo iba a oír mi familia en Cuba y yo estaba perfectamente bien.
En otra ocasión, en perfectas condiciones, quedó fuera del equipo y nadie se le acercó para una necesaria explicación. Si alguien está apto para entender, ése es Luis Giraldo Casanova, pero al parecer no lo mereció. Entonces, con algunos achaques de salud, prefirió colgar el honroso 14 y despedirse de su pueblo con un jonrón, en el Capitán San Luis, aquella triste noche de 1992, cuando quedamos vacíos, explorando el horizonte.
Por sus condiciones naturales, quizás haya sido el jugador que con más facilidad logró imponerse en el mayor nivel de nuestro béisbol. No es secreto que se permitió libertades vedadas a otros. Fue tal su influencia, que un manager avezado como Pineda lo ubicaba en el jardín derecho bajo cualquier circunstancia. En más de una ocasión lo vi partir disciplinadamente para allá, con una sandalia en la cintura o los pies hinchados. –Déjenlo ahí, yo quiero que la gente lo vea en su posición, no importa que hoy no bateé.
No fue un jugador de mucho hablar, ni gritar, ni convertir en espectaculares las jugadas. Lograba la maestría con naturalidad y ejerció un poder excepcional sobre los demás, con palabras que eran sentencias en los mítines de cualquier equipo. Jorge Fuentes me ha confesado que en los momentos difíciles, prefería ponerlo a hablar a él, y la gente lo seguía: –Aquí lo que hay es que ponerse bien los co….. y salir a ganar, los cobardes que no salgan al terreno. –Ni una palabra más, y la gente aplaudía su salida a la grama.
Algunas veces hubo escepticismos sobre su participación en un determinado desafío. Los anotadores exigían la alineación y Pineda agotaba su paciencia, hasta verlo saltar al terreno por la zona del left con el simple bártulo al hombro. Entonces, con una sonrisa a flor de labios comentaba: –¡Ya ganamos!
Luis Giraldo Casanova brilló como ninguno en el terreno de juego, su calidad rayó en la perfección. No tenía defectos ni a la ofensiva ni a la defensa; así de sencillo puede valorarse este superatleta, que no alcanzó los Juegos de las Olimpiadas, pues su deporte no estaba contemplado en el Programa. Todos hubiésemos querido verlo en Barcelona 1992 y reeditar la Triple Corona de Edmonton 1981, aquella hombrada por la que disfrutó, y sintió el dolor por la Copa Intercontinental perdida.
Roberto Clemente ha sido el mejor jugador latino de las Grandes Ligas, de una capacidad total al bate, 3 000 hits y excelente a la defensa, con uno de los brazos más poderosos que recuerde aquel circuito. Falleció en 1972 en una misión humanitaria cuando se trasladaba a Nicaragua para socorrer a los damnificados por un feroz terremoto. Eso lo inmortaliza más.
No pocos han comparado a Casanova con Clemente. Veamos este criterio de Tony Oliva, uno de los más emblemáticos jugadores cubanos en las Mayores y una voz bien autorizada:
Muchos entendidos de la pelota americana (scouts) se detuvieron en este excepcional jugador cubano, y se atrevieron, nada más y nada menos, que a compararlo con mi amigo Roberto Clemente.[3]
Qué más puedo decir de este hombre que conserva la pureza de la niñez, a quien solo una vez le reprochó algo su gente, y no pudo contener las lágrimas:
Mi momento más desagradable fue uno solo, aquí en Pinar del Río. La única vez que a mí me chiflaron en la pelota en todo el tiempo que jugué. Fue en un partido contra Camagüey, jugando en el center field. Estábamos empatados en el noveno y dan un hit por mí, y en el momento de tirar se me cae la pelota y anotaron la carrera. Vinimos nosotros y no hicimos. El pueblo entero empezó a chiflarme. Ese es el único momento malo que tuve en la pelota.[4]
He ahí el porqué de El Señor Pelotero. Y la inclusión en el Salón de la Fama del Béisbol Cubano, en su refundación el 8 de noviembre de 2014.
SERIES NACIONALES Y SELECTIVAS
A LA OFENSIVA
SN CB VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU. BR
17 6558 5288 1144 1705 .322 288 41 312 3011 .569 120
CR CI SH SF DB BB BI SO BD IO
74 1069 4 61 147 1049 173 604 106 9
A LA DEFENSA
JJ INN. O A E TL AVE DP TP PB BR CR
1535 11514,2 4703 269 104 5076 .980 283 0 13 25 16
Hechos significativos
De por vida:
-Décimo en carreras anotadas: 1144.
-Cuarto en slugging: .569.
-Sexto en jonrones: (312).
-Cuarto en bases intencionales: 173.
-Tercero embasado por obstrucción o interferencia: 9.
-Décimo en pelotazos: 147.
-Octavo en bases por bolas: 1049.
Liderazgos por temporadas en Series Nacionales:
-Carreras anotadas: 1980 (64).
-Dobles: 1984 (19).
-Jonrones: 1980 (18), empatado con Pedro José Rodríguez; 1984 (20).
-Carreras impulsadas: 1984 (67).
-Bases por bolas: 1980 (57); 1983 (34), empatado con Alejo O’Relly.
-Bases intencionales: 1983 (10).
-Pelotazos: 1980 (10).
En un juego:
-Carreras anotadas: 8 de abril de 1979 (6).
-Tres jonrones conectados: 20 de enero de 1981.
-Bases por bolas: 17 de enero de 1980 (5).
-Pelotazos: 22 de enero de 1980 (3).
Liderazgos en Series Selectivas:
-Líder de los bateadores: 1981 (.363); 1984 (.391).
-Carreras anotadas: 1982 (49).
-Triples: 1981 (4); 1982 (4).
-Bases por bolas: 1979 (44); 1982 (48).
-Bases intencionales: 1980 (12); 1981 (9); 1982 (8); 1984 (8).
-Flies de sacrificio: 1982 (4).
-Pelotazos recibidos: 1981 (10).

CASANOVA INTERNACIONAL
Eventos VB H HR CI AVE
VIII Mundial Juvenil 11 4 1 4 .364
6 Campeonatos Mundiales 238 95 27 85 .399
6 Copas Intercontinentales 164 69 19 57 .429
2 Panamericanos 56 22 6 19 .393
2 Centroamericanos y del Caribe 59 33 13 32 .559
Copa Simón Bolívar (Venezuela 1985) 20 7 2 9 .350
2 Torneos José Antonio Huelga 60 22 3 14 .367
2 Meteoros de la Confraternidad (R D) 30 5 2 8 .167
Copa Cayasso 1989 9 1 0 2 .111
Juegos de Buena Voluntad (Seattle 1990) 7 0 0 2 .000
Vs. Profesionales Venezolanos 1988 28 6 0 4 .219

jueves, 15 de enero de 2015

SANCIONAN A URQUIOLA, Y VÍCTOR MESA ¿QUÉ?

Por Sergio Girat y Leon padron Ascuy

Fechado el 10 de septiembre/2014, antes del comienzo de la actual Serie Nacional de Béisbol, la periodista Daily Sánchez, escribió para Cubadebate un artículo titulado “Serie 54: bebé con problemas antes de nacer”. Su alarma no era para menos, ya que había visto en la nómina del equipo Matanzas a Demis Valdés, sancionado a no participar por un año en cualquier evento deportivo en Cuba, por hacer justicia con un bate contra el pitcher villaclareño Freddy Asiel en la pasada campaña. Incluso señalaba: “La Serie Nacional no necesita nuevas reglas si apenas sabe cumplir con las que tiene. Se toman medidas arbitrarias y se violan o se derogan como si todo fuera coser y cantar… Por eso estamos como estamos”.
Y aunque finalmente Valdés, quedó fuera de la selección de Víctor Mesa, la predicción de Daily sobre las malformaciones de la Comisión Nacional de Beisbol (CNB) se cumpliría tres meses después. Así lo refleja el suceso acaecido el 10 de diciembre en el estadio Latinoamericano, en un juego entre los equipos Pinar del Rio, campeón de la serie nacional, e Industriales, que ha dejado mucha tela por donde cortar.
Todo sucedió cuando al filo del octavo capítulo Yuliesky Gurriell, conectó un batazo que daba el empate para los Industriales, y los árbitros decretaron foul; pero Vargas, el director industrialista, protestó, y se apeló a la cámara lenta, que para nada dejó esclarecida tal problemática. Los espectadores de este juego y los narradores de la televisión, pudieron apreciar que la cámara lenta, debido al ángulo, no ofrecía la perspectiva clarificadora, que sirviera para dictaminar la jugada. No obstante, se revocó la decisión arbitral y se decretó el jonrón para los azules.
Este dictamen provocó que Alfonso Urquiola, manager de Pinar, abandonara el terreno, y se buscó no sólo el forfeit para su equipo, sino además que lo suspendieran como director por el resto de la etapa clasificatoria (54 Serie Nacional de Béisbol).
Los entendidos del beisbol consideran que tal medida fue injusta y controversial.  
“La amonestación a Urquiola, separándolo hasta el final de la clasificación es un descaro, menos mal que no tiró tierra a los ojos del árbitro como hizo el pasado año Víctor Mesa, porque lo meten preso de por vida”, declaró Sergio Girat Estrada, presidente de una Peña deportiva en el Vedado. Y añadió: “la repetición que vimos, con recursos que no sirven para eso, no esclareció la conexión de Gurriell. Ciertamente la revisión digital opera ya en varios deportes, como el volibol, el tenis y en el futbol, pero se realiza con medios digitales muy eficaces”.
José Antonio Pérez, ingeniero villaclareño, amante y recopilador de las estadísticas beisboleras durante años, declaró. “Ahora es muy fácil emprenderla contra Urquiola, reglamento en mano, el eslabón más débil. La regla dice que si persiste la duda en el video, prevalece la decisión arbitral, así que los primeros que cometieron la indisciplina son los que anularon la primera decisión, lo cual demuestra nuevamente el irrespeto que la CNB les tiene a nuestros árbitros.
                                                                                                                                                      
“Si hablamos de actitudes antideportivas, me dijo Luis Medina, especialista en beisbol, sería adecuado sancionar al manager del equipo nacional Víctor Mesa ¿Es que nadie ha visto su forma de comportarse con sus jugadores, diciéndole obscenidades? ¿Nadie ve cómo se dirige a ellos cuando las cosas no salen bien? ¿Nadie advierte cuánto le manotea a los árbitros al discutir? ¿Nadie lo ha pillado tirándole tierra a un árbitro? Entonces no me hablen de hechos antideportivos por una reacción de rechazo ante la evidente incapacidad de la CNB”.
Alfonso Urquiola no es un improvisado y la gente lo sabe; hay que reconocer sus méritos: es uno de los pocos que dentro del beisbol cubano han conseguido éxitos como jugador y posteriormente como Manager.
Este pinareño, nacido en 1953 (Bahía Honda), no sólo fue un estelar segunda base de los equipos pinareños que ganaron los campeonatos nacionales del 78, 81, 82, y 85, más cuatro de las seis series selectivas, sino que también integró los team-Cuba durante la primera mitad de la década del 80. Posteriormente, tras su retiro como jugador activo en la segunda mitad de los 80s, dirigió y ganó siete veces la liga de desarrollo vueltabajera, hasta que en 1998 toma las riendas del equipo Pinar del Rio, llevándolo a la obtención del título ese año.  Después dirigió la selección cubana en los Panamericanos Winnipeg (1999), primer evento beisbolero en el que Cuba enfrentó a los profesionales. Se ganó aquel evento y se clasificó para los Juegos Olímpicos. Seguidamente Urquiola tendría bajo su égida al equipo que dividió honores en el Tope Bilateral contra el conjunto de Grandes Ligas: Orioles de Baltimore. Tras un largo peregrinaje fuera de su terruño, que lo llevaría a dirigir la selección nacional de Panamá en el 2007, Urquiola fue llamado para dirigir el equipo de Pinar en el 2011, que se titula (contra todo pronóstico) la Serie de Oro, siendo recibido como un héroe en su provincia. Este triunfo se repetiría en la pasada serie 53, dándole el derecho de conducir al equipo pinareño a la venidera serie del Caribe, próxima a realizarse en Puerto Rico.

Urquiola no debió abandonar el terreno, por lo que esto significa para la afición pinareña y de Cuba. Pero estoy convencido que si tal infracción la comete Víctor Mesa, no pasaría nada, como ha ocurrido tantas veces cuando Víctor insulta a los árbitros, y a los periodistas en las conferencias de prensa.
Si los árbitros decretaron foul y la cámara no aportó una clara definición para decidir, ¿por qué la comisión decide lo contrario? ¿Es la oportunidad propicia para entregarle al manager de la dictadura, Víctor Mesa, las riendas del Cubapinar en la serie del Caribe? Ya lo veremos.

Renacimiento del Salón de la Fama: un hecho trascendental

Excelente articulo de mi colega Dimas Castellanos 

Dimas Castellanos

Unos cien entusiastas de nuestro deporte nacional, bajo el emblema de la utopía a la realidad, participaron en el Primer Coloquio Museo y Salón de la Fama del béisbol cubano los días siete y ocho de noviembre de 2014 en el capitalino Estadio Latinoamericano. En el evento, periodistas, historiadores e investigadores, entre otros,  aprobaron la refundación del Salón de la Fama adjunto a un museo del Béisbol Cubano, definieron el Reglamento para la selección y exaltación de los candidatos, eligieron al Tribunal que tendrá esa función en los primeros dos años y solicitaron al Ministerio de Cultura declarar al béisbol como “patrimonio intangible de la nación cubana”.

Si el Salón de la Fama fue creado en 1939 (tres años después del famoso Hall de la Fama de  Cooperstown, en Estados Unidos) y erradicado en 1960, su refundación además de noticia constituye un acontecimiento de trascendencia para la pelota,  para el deporte y para la nación cubana. Sin embargo, el hecho recibió una pobre cobertura informativa. El periódico Granma, diario oficial del Partido Comunista, del día 10 de noviembre ubicó la noticia como un subtitulo de un artículo destinado al análisis del equipo de pelota que representaría a Cuba en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Tal y como si la refundación del Salón fuera un subproducto de la selección que viajaría a Veracruz.

Una mirada retrospectiva basta para develar la trascendencia del hecho. En 1866 ya se jugaba pelota en Cuba; en 1874  se celebró el primer juego de pelota que fue noticiado en el Palmar del Junco; y en 1878, dos años después de Estados Unidos, debutó el profesionalismo en la Isla con la primera Liga Oficial del Beisbol Cubano. La calidad alcanzada fue tal que ya en la primera década del siglo XX los equipos cubanos ganaban y perdían de tú a tú con los equipos de la pelota profesional norteamericana.

Cuba se alzó como primera potencia del béisbol amateur y segunda de la pelota profesional. Por ejemplo, después de la Primera Serie Mundial de Béisbol Amateur celebrada en Londres en 1938, las cinco siguientes se efectuaron en el estadio La Tropical de La Habana, de las cuales Cuba ganó cuatro; mientras que en la Serie del Caribe, de las 12 que tuvieron lugar entre 1949 y 1960, Cuba ganó 7, las últimas cinco de forma consecutiva. Esos y otros resultados se reflejaron en el Salón de la Fama durante los 21 años de existencia (1939-1960), donde fueron exaltados 68 peloteros cubanos por sus méritos deportivos.

En 1960 el gobierno cubano, convencido de que la pelota “esclava” –como le llamaron al béisbol profesional– sería derrotada por la pelota “libre”, decidió suprimir el profesionalismo. Para ese fin el Estado dedicó inmensos recursos y logró la supremacía durante décadas en las competencias amateurs centroamericanas, panamericanas y mundiales. Satisfecho, el líder de la revolución, el 2 de enero de 1967 exclamó: Se erradicó el deporte profesional, y sobre todo, se erradicó en aquel deporte, que era uno de los más populares: la pelota… Pero lo más interesante es que jamás ningún deportista profesional cuyo negocio es el deporte, jugó con tanto entusiasmo, con tanta entereza, con tanto coraje, como el que llevan a cabo nuestros deportistas, que no son profesionales. Se proclamó así la gran victoria sobre la pelota “esclava”. Y en octubre de 1975 dijo: si en otros países de América latina no existe la revolución social, no se desarrolla la revolución social; por mucha técnica; por muchos entrenadores que contraten; por muchas cosas que inventen, no podrán obtener los éxitos que obtiene Cuba en el deporte.

Cuando se reiniciaron los choques con los equipos profesionales de otros países la supuesta superioridad comenzó a declinar, mientras cientos de jugadores de alta calidad comenzaron a abandonar el país en busca de lo inalcanzable dentro de las fronteras, entre ellos casi todos los mejores lanzadores de la Isla. El tiro de gracia se produjo a mediados de 2013 durante el tope realizado con una selección de estudiantes universitarios norteamericanos, donde el equipo nacional exhibió el más bajo rendimiento de los últimos torneos internacionales. Los cubanos, que habían derrotado a las selecciones universitarias estadounidenses en ocho de diez oportunidades, a pesar de superar a sus contrarios en experiencia y promedio de edad, fueron barridos en cinco partidos por verdaderos amateurs.

Al tiempo que eso ocurría, en el 2013 el cienfueguero Yasiel Puig, tras su debut con los Dodgers de Los Ángeles, recibió el premio al Mejor Jugador y Novato del Mes de junio; José Iglesias, infilder de los Medias Rojas de Boston fue seleccionado Novato del Mes en la Liga Americana;  José Fernández, lanzador de los Marlins de Miami, fue elegido para el Juego de las Estrellas, junto a Aroldis Chapman, el holguinero cerrador de los Rojos de Cincinnati; y el granmense Yoenis Céspedes, de los Atléticos de Oakland, ganó la competencia de jonrones. En el 2014, además de Céspedes, Puig y Chapman, en el Juego de las Estrellas participaron el pinareño Alexei Ramírez y el cienfueguero José Dariel Abreu, ambos de los Medias Blancas de Chicago; mientras Yasiel Puig revalidaba el título en el Festival de Jonrones. La calidad de estos jugadores se puede medir por las astronómicas cifras de sus contratos: 36 millones de Yoenis Céspedes, 42 de Yasiel Puig, 68 de José Dariel Abreu, 72,5 de  Rusney Castillo y los aproximadamente 100 millones, en discusión, de Yasmany Tomás.

La JORGE EBRO el Nuevo Herald
Revolución, a la vez que llevó la pelota a lugares donde no se jugaba, construyó nuevos estadios, creó escuelas deportivas y añadió nuevas graderías al Gran Stadium del Cerro, también impidió a nuestros peloteros medirse con los mejores del mundo; privó a los cubanos del béisbol profesional, que en vivo o por las cadenas radiales y televisivas se disfrutaba desde cualquier punto del país; e implantó una política informativa dirigida a ocultar los éxitos de los cubanos en otros países. El deporte se subordinó a una ideología y el Estado anuló toda participación e iniciativa ciudadanas. El resultado: el declive de la pelota cubana, las incontrolables y crecientes deserciones y la pérdida de popularidad de la pelota ante deportes como el fútbol.

A pesar de la falta de voluntad política, el régimen cubano está obligado a cambiar. En el caso de la pelota ese cambio pasa por el abandono de la  estrategia trazada en 1960 y el regreso a un camino que no se debió abandonar. En ese contexto se inscribe y se explica que la refundación del Salón de la Fama, aunque no emergiera de una iniciativa estatal haya sido aceptada por las autoridades.

A propuesta de un grupo de entusiastas, encabezados por el cineasta Ian Padrón, 75 años después de la fundación del Salón de la Fama y 54 después de su clausura, elaboró, propuso y logró el apoyo para la refundación de dicho Salón. En el Coloquio, de forma democrática –algo inusual en nuestro contexto– se reconocieron los 68 cubanos exaltados hasta 1960 y se agregaron otros diez seleccionados por el Tribunal elegido en el evento: Del período 1874-1961, el árbitro Amado Maestri y los jugadores Esteban Bellán, Camilo Pascual, Orestes Miñoso y Conrado Marrero. De 1961 a hoy Omar Linares, Orestes Kindelán, Luis Giraldo Casanova, Antonio Muñoz y Braudilio Vinent. Con ellos suman 78 peloteros cubanos exaltados.

La importancia no radica en que aún no estén todos los que deben estar, sino en que la decisión de cerrar el salón de la fama fracasó y por tanto, con su reapertura, cada año otros cubanos serán exaltados, para lo cual existe un Reglamento que impide cualquier intento de exclusión. De ahí emana la trascendencia de la Refundación.

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Discurso del Presidente Barack Obama

Buenas tarde, los Estados Unidos hoy están cambiando sus relaciones con el pueblo de Cuba y realizando los cambios más significativos en nuestra política en más de 50 años. Pondremos fin a un enfoque anticuado que durante décadas no ha podido promover nuestros intereses. Comenzaremos, en cambio, a normalizar las relaciones entre nuestros dos países.

A través de estos cambios, pretendemos crear más oportunidades para el pueblo estadounidense y el pueblo cubano y dar inicio a un nuevo capítulo entre las naciones de las Américas.

Existe una historia complicada entre los Estados Unidos y Cuba. Yo nací en el año 1961, poco más de dos años después que Fidel Castro tomara el poder en Cuba, y pocos meses después de la invasión por Bahía de Cochinos, la cual trató de derrocar a su régimen.

Durante las décadas subsiguientes, las relaciones entre nuestros países se desarrollaron teniendo como telón de fondo la Guerra Fría y la férrea oposición de los Estados Unidos al comunismo. Nos separan apenas 90 millas.

Pero año tras año, una barrera ideológica y económica se ha ido fortaleciendo entre nuestros dos países. Entretanto, la comunidad de exiliados cubanos en los Estados Unidos hacía enormes aportes a nuestro país en la política, los negocios, la cultura y los deportes.

Al igual que habían hecho los inmigrantes en el pasado, los cubanos contribuyeron a rehacer a los Estados Unidos, aún cuando sentían una dolorosa añoranza por la tierra y las familias que habían dejado atrás.
Todo esto une a los Estados Unidos y a Cuba en una relación única, como miembros de una sola familia y como enemigos a la vez.

Los Estados Unidos han apoyado con orgullo la democracia y los derechos humanos en Cuba a través de estas cinco décadas. Lo hemos hecho fundamentalmente a través de políticas encaminadas a aislar a la Isla, evitando los viajes y el comercio más elementales que los estadounidenses pueden disfrutar en cualquier otro lugar.

Y aunque esta política ha estado enraizada en las mejores intenciones, ninguna otra nación nos ha apoyado en la imposición de estas sanciones, las cuales han tenido poco impacto, como no sea el de brindarle al gobierno cubano una justificación para imponerle restricciones a su pueblo.

Hoy Cuba aún está gobernada por los Castro y el Partido Comunista que llegó al poder hace ya medio siglo. Ni el pueblo estadounidense ni el pueblo cubano se benefician de una política rígida que tuvo su origen en los acontecimientos que tuvieron lugar antes de que la mayoría de nosotros hubiéramos nacido.

Téngase en cuenta que durante más de 35 años, hemos tenido relaciones con China, un país mucho mayor que también está gobernado por un partido comunista. Hace casi dos décadas restablecimos relaciones con Vietnam, donde libramos una guerra que le costó la vida a más estadounidenses que los que murieron en cualquier conflicto de la Guerra Fría.

Es por ello que, cuando tomé posesión de mi cargo, prometí reexaminar nuestra política hacia Cuba. Para comenzar, eliminamos las restricciones que impedían que los cubano-americanos viajaran y enviaran remesas a sus familias en Cuba. Estos cambios, que en cierto momento fueron controversiales, ahora parecen obvios. Los cubano-americanos se han reunificado con sus familiares y son los mejores embajadores potenciales de nuestros valores.

Y a través de estos intercambios, la nueva generación de cubanoamericanos se cuestiona cada vez más un enfoque que más bien mantiene a Cuba apartada de un mundo interconectado.

Si bien desde hace tiempo he estado preparado para dar pasos adicionales, un obstáculo fundamental se interponía en nuestro camino:
el injusto encarcelamiento en Cuba del ciudadano estadounidense y subcontratista de la USAID Alan Gross durante cinco años.

Desde hace muchos meses mi gobierno ha estado sosteniendo conversaciones con el gobierno cubano acerca del caso de Alan y otros aspectos de nuestras relaciones. Su Santidad, el Papa Francisco, me hizo llegar a mí y al Presidente Raúl Castro una solicitud personal en la cual nos instaba a resolver el caso de Alan Gross y a tener en cuenta los intereses de Cuba en la liberación de los tres agentes cubanos, que han estado encarcelados en los Estados Unidos durante más de 15 años.

Hoy, Alan Gross ha regresado a casa, y se ha reencontrado al fin con su familia. Alan fue liberado por el gobierno cubano por razones humanitarias.

Por otra parte, a cambio de los tres agentes cubanos, Cuba hoy ha puesto en libertad a uno de los más importantes agentes de inteligencia que los Estados Unidos han tenido en Cuba y que ha permanecido en prisión durante casi dos décadas.

Este hombre, cuyo sacrificio ha sido del conocimiento sólo de unos pocos, le proporcionó a los Estados Unidos la información que nos permitió arrestar a la red de agentes cubanos de la cual eran parte los hombres que hoy son transferidos a Cuba, así como otros espías en los Estados Unidos

Este hombre se encuentra ahora a salvo en nuestras costas.

Tras haber recuperado a estos dos hombres que se han sacrificado por nuestro país, ahora estoy dando pasos a fin de colocar los intereses de los pueblos de ambos países en el centro de nuestra política.

Primero, le he dado instrucciones al Secretario Kerry para que comience de inmediato las discusiones con Cuba a fin de restablecer las relaciones diplomáticas que han permanecido interrumpidas desde el mes de enero de 1961.

Como parte de los avances en este sentido, los Estados Unidos restablecerán una embajada en La Habana y funcionarios de alto nivel visitarán Cuba. En aquellas esferas donde podamos promover intereses mutuos, así lo haremos, en aspectos tales como la salud, la migración, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la respuesta a situaciones de desastre.

De hecho, ya hemos visto con anterioridad los beneficios de la cooperación entre nuestros países. Fue un cubano, Carlos Finlay, quien descubrió que los mosquitos transmitían la fiebre amarilla; sus trabajos ayudaron a Walter Reed a combatirla.

Cuba envió a cientos de trabajadores de la salud a África para combatir el Ébola, y creo que los trabajadores de la salud estadounidenses y cubanos deben trabajar hombro con hombro para detener la propagación de esta mortal enfermedad.

Ahora bien, en aquellos aspectos en los cuales no coincidimos, abordaremos esas diferencias directamente, tal y como continuaremos haciendo en aquellos temas relacionados con la democracia y los derechos humanos en Cuba. Pero yo creo que podemos hacer más para apoyar al pueblo cubano y promover nuestros valores a través del compromiso.

Después de todo, estos cincuenta años han demostrado que el aislamiento no ha funcionado. Es hora de que adoptemos un nuevo enfoque.

Segundo, le he dado instrucciones al Secretario Kerry para que revise la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Esta revisión se hará conforme a los hechos y a la ley.

El terrorismo ha cambiado en las últimas décadas. En los momentos en que centramos nuestra atención en las amenazas provenientes de Al Qaeda y del ISIL, una nación que cumple con nuestras condiciones y que renuncia al uso del terrorismo no debe estar sometida a este tipo de sanción.

Tercero, estamos dando pasos para incrementar los viajes, el comercio y el flujo de información hacia y desde Cuba. Esto tiene que ver fundamentalmente con la libertad y la apertura y también es expresión de mi confianza en el poder del compromiso pueblo a pueblo.

Con los cambios que estoy anunciando hoy, será más fácil para los estadounidenses viajar a Cuba, y los estadounidenses podrán utilizar las tarjetas de crédito y débito en la Isla.

Nadie representa mejor los valores de los Estados Unidos que el pueblo estadounidense. Y yo creo que este contacto en última instancia es lo que más contribuye a otorgarle autoridad al pueblo cubano. También creo que al pueblo cubano podrá llegar una mayor cantidad de recursos.

De modo que estamos aumentando significativamente la cantidad de dinero que puede ser enviado a Cuba y eliminando los límites de las remesas que apoyan los proyectos humanitarios, al pueblo cubano y al emergente sector privado en Cuba.

Yo creo que las empresas estadounidenses no deben ser colocadas en situación de desventaja y que un incremento en el comercio es beneficioso tanto para los cubanos como para los estadounidenses. De modo que facilitaremos las transacciones autorizadas entre los Estados Unidos y Cuba. Las instituciones financieras estadounidenses podrán abrir cuentas en las instituciones financieras cubanas.

Y resultará más fácil para los exportadores estadounidenses vender mercancías en Cuba.

Creo en el libre flujo de información. Desafortunadamente nuestras sanciones contra Cuba le han negado a Cuba el acceso a la tecnología que les ha otorgado nuevas capacidades a los individuos en todo el mundo.
Por ello he autorizado el incremento de las conexiones de telecomunicaciones entre los Estados Unidos y Cuba.

Las empresas podrán vender productos que les permitan a los cubanos comunicarse con los Estados Unidos y otros países.

Estos son los pasos que puedo dar como Presidente para cambiar esta política. El embargo que ha sido impuesto durante décadas ha sido codificado en una ley. En la medida en que se produzcan estos cambios, espero poder sostener un debate honesto y serio con el Congreso sobre el levantamiento del embargo.

Ayer conversé con Raúl Castro con el fin de ultimar los detalles en torno a la liberación de Alan Gross y el intercambio de prisioneros y describir la manera en que avanzaríamos. Expresé claramente mi convicción de que la sociedad cubana se ve limitada por las restricciones impuestas a sus ciudadanos.

Además del regreso de Alan Gross y la liberación de nuestro agente de inteligencia, acogemos con beneplácito la decisión de Cuba de liberar a un número significativo de prisioneros cuyos casos fueron directamente discutidos por mi equipo con el gobierno cubano.

Acogemos con beneplácito la decisión de Cuba de brindarles mayor acceso a Internet a sus ciudadanos y continuar incrementando el compromiso con instituciones internacionales como las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja, que promueven valores universales.

Pero no me hago ilusiones con respecto a los continuos obstáculos a la libertad que aún enfrenta el ciudadano cubano común. Los Estados Unidos consideran que ningún cubano debe ser víctima de acoso, arresto o golpizas sólo por ejercer el derecho universal de hacer que su voz se escuche. Y continuaremos apoyando a la sociedad civil allí.

Si bien Cuba ha hecho reformas para abrir gradualmente su economía, continuamos pensando que los trabajadores cubanos deben tener la libertad de crear sus sindicatos, así como los ciudadanos deben tener la libertad de participar en los procesos políticos.

Además, dada la historia de Cuba, espero que ésta continúe ejerciendo una política exterior que en ocasiones se oponga radicalmente a los intereses estadounidenses. No espero que los cambios que estoy anunciando hoy traigan consigo una transformación de la sociedad cubana de la noche a la mañana.

Pero estoy convencido de que, a través de una política de compromiso, podemos, de una manera más eficaz, defender nuestros valores y ayudar al pueblo cubano a que se ayude a sí mismo a medida en que se adentra en el siglo XXI.

A aquellos que se oponen a los pasos que estoy anunciando hoy, permítanme decirles que respeto su pasión y comparto su compromiso con la libertad y la democracia. El problema radica en cómo podemos nosotros mantener ese compromiso. No creo que podamos seguir haciendo lo mismo que hemos hecho durante cinco décadas y esperar un resultado diferente.

Además, tratar de empujar a Cuba hacia un colapso no favorece los intereses del pueblo estadounidense ni del pueblo cubano. E incluso si eso funcionara –y no lo ha hecho durante 50 años- sabemos, por amargas experiencias, que es mucho más probable que los países disfruten de las transformaciones que son duraderas si sus pueblos no están sometidos al caos.

Exhortamos a Cuba a desencadenar el potencial de 11 millones de cubanos poniendo fin a las restricciones innecesarias a sus actividades políticas, sociales y económicas. En ese espíritu, no debemos permitir que las sanciones impuestas por los Estados Unidos se añadan a la carga que pesa sobre los ciudadanos cubanos, aquellos a quienes pretendemos ayudar.

Los Estados Unidos extienden una mano amiga al pueblo cubano. Algunos de ustedes nos han considerado a nosotros como fuente de esperanza, y continuaremos siendo una luz de libertad. Otros nos han visto como antiguos colonizadores, empeñados en controlar su futuro.

José Martí dijo una vez: “La libertad es el derecho de todo hombre a ser honesto”.

Hoy estoy siendo honesto con ustedes. No podremos nunca borrar la historia que existe entre nosotros, pero creemos que ustedes deben contar con la autoridad para vivir con dignidad y autodeterminación.

Los cubanos utilizan un dicho relacionado con la vida diaria: “No es fácil”. Hoy los Estados Unidos desean convertirse en socios para hacer que la vida de los ciudadanos cubanos comunes sea un poco más fácil, más libre, más próspera.

A aquellos que han apoyado estas medidas, les doy las gracias por haber compartido nuestros esfuerzos. En particular, quiero agradecerle a Su Santidad, el Papa Francisco, cuyo ejemplo moral nos demuestra la importancia de aspirar a un mundo como debe ser, y no simplemente conformarse con el mundo tal cual es.

Al gobierno de Canadá, que patrocinó nuestras conversaciones con el gobierno cubano, y un grupo bipartidista de congresistas con quienes hemos trabajado sin descanso a favor de la liberación de Alan Gross y de un nuevo enfoque para promover nuestros intereses y valores en Cuba.

Finalmente, el cambio de nuestra política hacia Cuba se produce en un momento de renovado liderazgo en las Américas. El próximo mes de abril estaremos preparados para que Cuba se una a otras naciones del hemisferio en la Cumbre de las Américas. Pero insistiremos en que la sociedad civil se nos una para que sean los ciudadanos, y no sólo los líderes, los que conformen nuestro futuro.

Y exhorto a todos mis colegas líderes a que le den sentido al compromiso con la democracia y los derechos humanos, que es la esencia de la Carta Interamericana. Dejemos atrás el legado de la colonización y del comunismo, la tiranía de los carteles de la droga, los dictadores y las farsas electorales.

Un futuro de más paz, seguridad y desarrollo democrático es posible si trabajamos unidos, no para mantener el poder, no para proteger los intereses creados, sino para promover los sueños de nuestros ciudadanos.

Compatriotas estadounidenses, la ciudad de Miami se encuentra a sólo 200 millas aproximadamente de La Habana. Miles de cubanos han llegado a Miami en aviones y balsas improvisadas, algunos sólo con la camisa que llevan puesta y la esperanza en sus corazones.

Actualmente a Miami se le conoce como la capital de América Latina. Pero es también una ciudad profundamente estadounidense, un lugar que nos recuerda que los ideales valen más que el color de nuestra piel o las circunstancias de nuestro nacimiento, una muestra de lo que el pueblo cubano puede alcanzar y la apertura mostrada por los Estados Unidos hacia nuestra familia del Sur.

Todos somos americanos.

El cambio es difícil tanto en nuestras vidas como en las vidas de las naciones, y el cambio se torna aún más difícil cuando llevamos en nuestros hombros la pesada carga de la historia.

Pero hoy estamos haciendo estos cambios porque es lo correcto. Hoy los Estados Unidos optan por librarse de las ataduras del pasado para lograr un futuro mejor para el pueblo cubano, para el pueblo de los Estados Unidos, para todo nuestro hemisferio y para el mundo.

Gracias. Que Dios los bendiga a ustedes y a los Estados Unidos de América.

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Curso de Diseño de Proyecto 2015






ANIMANDO SONRISA: UNA PROPUESTA PARA NIÑOS POBRES DE LA PERIFERIA CAPITALINA

Sergio Girat Estrada, la Habana 8 de enero del 2015

Tras un proceso de perfeccionamiento que incluyó la designación de una nueva directiva, la Red de Bibliotecas Cívicas Reinaldo Bragado arranca el año con una actividad que favorece a la población infantil de la periferia de la capital.
La ocasión fue propicia cuando este tres de enero del 2015 los líderes de La Reinaldo Bragado, se presentaron en la comunidad la Estela en el municipio San Miguel del Padrón para alegrar las caritas de un grupo de niños marginados.
Según Teresita Castellano coordinadora en función, Nuria de la Caridad Del Risco, secretaria ejecutiva y Juan Antonio Madrazo vice coordinador, el proyecto “Animando Sonrisas”, compartió  Acuarelas, Lápices de Colores, Libros Infantiles, libretas, crayolas, juego de aprendizajes y otros utensilios propios para los niños.
Desde hace seis años esta plataforma comunicativa se ha propuesto por toda la capital a ayudar y animar la sonrisa de niños. A quienes además les inculcan el hábito de leer, pintar y seleccionar juegos infantiles edificantes, contribuyendo también a menguar las grandes preocupaciones de madres y padres cubanos, para quienes la crianza de sus hijos es una responsabilidad que en la mayoría de los casos, supone un enorme sacrificio ya que enfrentan la más grande batalla de sus vidas, donde alimentar, vestir, calzar y educar a sus retoños constituye un verdadero dolor de cabezas.
Finalmente los padres de los más de 30 niños de la comunidad La Estela agradecieron mucho la labor educativa brindada por esta organización cívica.  
Más allá de la conmemoración del día de los Reyes La Red de Bibliotecas Cívicas continuará promocionando sus acostumbradas actividades del Proyecto Animando Sonrisa. 


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