Las recientes declaraciones de Antonio Castro a la cadena televisiva norteamericana CNN a cerca de los peloteros cubanos que juegan en Grandes Ligas, evidencian el uso deshonesto de un lenguaje que, a todas luces está dirigido hacia el público extranjero y no para el pueblo de Cuba.
”Hay que
hacer algo por nuestro jugadores, no podemos perderlos, tenemos que luchar y
para ello tenemos que cambiar” dijo
frescamente el hijo de Fidel Castro como si le interesara de corazón el
bienestar de los peloteros. Antes debiera saber que no será tan fácil llamar a los peloteros
cubanos para jugar con la selección de Cuba después que huyeron de la isla y se
convirtieron en profesionales, sin que medie un pedir perdón, o al menos una
disculpa, a los miles de atletas que durante medio siglo
fueron víctima del terrible magnicidio financiero.
Fue su padre
precisamente quien aniquiló el profesionalismo rentado de este deporte en la
isla, imponiendo como pago una pésima compensación a costa de medallas y diplomas,
que solo dejaron como opción una
infinita pobreza a pesar del enorme
potencial para jugar la pelota rentada.
El doctor Antonio
Castro fue el médico de la selección
nacional durante mucho tiempo.Desde esta
posición se le fue asignada la
máxima jerarquía del béisbol cubano, y ya hoy
ostenta el cargo de vicepresidente de la Confederación Mundial de
Béisbol y Sofbol (WBSC por sus siglas en ingles). Ya desde el ejercicio de su
profesión al servicio de los deportistas de alto rendimiento, fue un leal
guardián del dueño absoluto –su
padre- de todas las selecciones
nacionales. Llama poderosamente la
atención, que ahora se pinte con todo a la defensa de los atletas
profesionales.
Ante la
imparable estampida de los peloteros cubanos hacia el mejor béisbol del mundo,
Tony se aparece diciendo a un canal de televisión estadounidense que si no
cambiamos lo perdemos todo. Ya desde hace tiempo el régimen comunista lo perdió
todo. Ni las tenues reformas económicas
de mercado del gobierno de Raúl Castro, que busca formulas para levantar las
enormes restricciones que pesa sobre los atletas de alto nivel, evitarán – por
razones lógicas- que otros jugadores busquen fortuna en este béisbol.
Hace unos
días tres peloteros cubanos se encargaron de poner el listón bien alto: Pito
Abreu, Alexander Guerrero y Dalier Hinojosa, saltaron de la serie nacional
cubana al mejor béisbol del mundo, de la miseria a la riqueza, cuando fueron galardonados con portentosos contratos
que rebasaron los cien millones de dólares.
Esta noticia, rápidamente corrió por todos los
barrios de la capital habanera, y otros lugares del país, causando gran alegría por el éxito de estos atletas. Pero
también una gran incógnita alrededor de jugadores de otras épocas que quedaron
en la pobreza, a pesar de haber tenido tanto o más talento que los peloteros de
estos tiempos. ¿Quién puede dudar que este no sea el mejor momento del béisbol
cubano? Los jugadores de hoy a pesar de
su incuestionable calidad se ven marcados por la mala alimentación en edades
tempranas y deficiencias técnicas a falta de buenos entrenadores e implementos
deportivos.
Es lógico
que muchos hagan su juicio.¿Cuánto
hubiera ganado los estelares jugadores Omar Linares, Casanova, Muños, Pacheco,
Kindelan, Víctor Mesa, Gurriell, Juan Castro, Fernando y Wilfredo Sánchez,
Isasi, Pierre, Germán Mesa, Vargas, Cuevas, Sixto Hernández. Y los lanzadores
Rogelio García, Jesús Guerras, Juan C Oliva, Juan Pérez Pérez, Braudilio Binent,
Pedro Luis Lazo, Julio Rojo, Manolito Hurtado, Félix Pino, Omar Ajete, Lázaro
Valle, solo por mencionar alguno de una
interminable lista de estrellas? Con la pregunta se juzga al culpable.
Para Sergio Girat
Estrada, bloguero y conocedor de la temática deportiva, comentó al respecto; las
declaraciones de Antonio Castro constituyen una burla. Al respecto dijo “los
peloteros cubanos que juegan en Grandes Ligas, son obviados por el programa de Beisbol
internacional que trasmite desde hace algún tiempo la televisión cubana, los
juegos son bien escogidos”. “Imagínate”, añadió, hay cerca de una treintena de
jugadores en las mayores y la gente para verlos, tienen que buscar las
grabaciones a través de alguien que tenga una antena clandestina en su casa”
Juan Antonio
Medina un especialista independiente del deporte, declaró que no cree en ninguno de los Castro
y añadió:“¿Dónde estaba Antonio Castro durante los play off del béisbol de
Grandes Ligas, que se disputaron en este mes de octubre entre ocho equipos para
llegar disputar la serie mundial? ¿Por qué no intercedió para que el programa
de béisbol internacional de tele rebelde trasmitiera todos los juegos, incluyendo
los juegos del equipo del Detroit Tigers donde juega el cubano Candelita
Iglesia, o el del Oakland donde juega el granmense Yoenis Céspedes ganador del
derbi de jonrones este año, o el de los Angeles Dodgers donde jugó
magistralmente el fenómeno Yasier Puig”?
Solo un
cambio total de mentalidad puede rescatar de la hecatombe al béisbol cubano.
Ningún gobierno debe interponerse en los principios básicos del mercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario