jueves, 13 de octubre de 2016

ROGELIO LLEGÓ A 2500 PONCHES Y VALLE PERDIÓ LA CADENA

No hay equivocación en el título. Hace más de seis años, el sábado 8 de mayo de 2010 en un artículo titulado «Ausencia no quiere decir olvido» abogamos en la edición de papel de nuestro periódico por algo que nos parecía justo: la inclusión de las estadísticas en los expedientes beisboleros de los peloteros que intervinieron en las series extras de los campeonatos nacionales de 1963 y 1972 y las selectivas de 1978 y 1989.
Si se habían añadido los números de los play off que se realizan desde la temporada de 1985-1986 y al cabo de 18 años, en 1988, se decidió agregar las actuaciones de los peloteros que asistieron a la Serie Especial de los Diez Millones (1970), ¿por qué no hacerlo con los jugadores involucrados en los cuatro duelos extras mencionados?, preguntamos entonces.
En aquel momento el asunto pasó inadvertido y volví abordar el tema en la edición del periódico Juventud Rebelde correspondiente al 21 de febrero del presente año.
Hace algunos días contactamos con Carlos del Pino, quien está al frente del equipo de estadísticos de la Federación Cubana de Béisbol y este me comunicó la feliz noticia que finalmente se tomó la decisión de incluir los guarismos de los 13 juegos que faltaban a la labor de por vida de esos peloteros.
De tal suerte, por ejemplo, Rogelio García se convirtió en el primero de nuestros lanzadores en rebasar los 2 500 ponches propinados, al reconocérsele los diez hombres que retiró por la vía de los strikes en el duelo contra los villareños en 1978. El Ciclón de Ovas suma ahora 2 509.
Antonio Muñoz, el Gigante del Escambray, sumó otro cuadrangular y con 371 bambinazos rompió el abrazo que sostenía con el fornido Romelio Martínez en el cuarto puesto entre los máximos productores de estas conexiones en el periodo revolucionario.
Al descongelarse los tres vuelacercas que había disparado frente a los serpentineros pinareños en 1978, Pedro José Rodríguez Jiménez llegó a 289 y se despegó de Oscar Macías en el décimo puesto en este casillero.
Con la blanqueada que le dio a Mineros en el encuentro decisivo del certamen nacional de 1972, el desaparecido lanzador espirituano José Antonio Huelga Ordaz se afianzó en el liderato de efectividad con 1.48 promedio de carreras limpias.
José Ramón Riscart comparte con Yovani Aragón la plaza número 15 en la relación de los máximos ganadores con 156 sonrisas, mientras que el zurdo Adiel Palma, con 140, se aloja en el sitio 26 con Lázaro Santana Herrera, al sumársele su éxito en el choque que le dio el banderín a Las Villas frente a Ciudad Habana en la selectiva de 1989. Asimismo Braudilio Vinent llegó a 222 salidas positivas y Rogelio a 203, en tanto Luis Giraldo Casanova ganó un jonrón más y computa 313.
Pero como advertimos en nuestro comentario del pasado mes de febrero la alegría de unos puede ser la desgracia de otros. En tal sentido, debemos señalar que Lázaro Valle perdió su récord de 25 victorias consecutivas, porque en medio de su cadena el estelar monticulista había sido derrotado por los villareños en la serie extra de la selectiva de 1989.
Por tanto, su seguidilla queda en 19 satisfacciones y la marca vuelve a Rolando Macías que en las contiendas de 1967-1968 y 1968-1969 logró tejer una racha de veintiuna victorias sucesivas.
Cuando le di la noticia al otrora estelar lanzador cienfueguero que vive desde hace varios años en la capital, me confesó en tono jocoso: «cada vez que yo veía a Valle, bromeaba y le decía, la marca es mía porque tú perdiste un juego en 1989».
Para consuelo de Valle en mi reclamo por la incorporación de las estadísticas de los 13 juegos que no estaban compilados yo también perdí, pues me veré precisado a borrar de mi libro Casos ycosas de la pelota una de las curiosidades que más disfrutaba y que a continuación les relato como aparece en mi texto:
«Los lanzadores Rolando Macías y Lázaro Valle y el torpedero José Pérez tuvieron en el 21 un número coincidente. El Músico de San Fernando Camarones, quien logró en su carrera 21 lechadas, estableció una marca de 21 victorias consecutivas, luciendo el número 21 en el uniforme. La primacía establecida por Macías con la selección Azucareros en las contiendas de 1967-1968 y 1968-1969, fue rota años después por otro estelar que también llevaba el número 21 en su traje, Lázaro Valle. El rápido tirador capitalino rompió el récord precisamente un día 21, pero del año 1989, al superar a Cienfuegos, el equipo con el cual culminó su trayectoria Rolando Macías».
En cuanto al desaparecido José Pérez nació el 21 de noviembre de 1939, en la contienda de 1967-1968 tejió una cadena de 21 juegos consecutivos bateando de hit, que constituyó récord en aquel entonces, y falleció el 21 de noviembre de 1999, el mismo día en que cumplió 60 años de edad».

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