Ramírez, de 32 años y que llegó al sur de Chicago en 2008, es el más veterano de todos ellos y por eso el abanderado de este trio cubano que espera hacer mucho ruido esta temporada.
‘El Misil Cubano’, como lo apodó Ozzie Guillén, se muestra muy optimista con la llegada de su paisano y con una nueva temporada en la que no duda que puedan limpiar la mala imagen ofrecida el año pasado.
¿Cómo combate un cubano este frío de Chicago?
Yo también vivo en Miami, pero esto es frizante. Me lo paso mayormente en la habitación, viendo la tele o en el lobby (del hotel) hablando con mis compañeros. Pero con este frío no salgo a la calle.
La temporada pasada de los White Sox fue mala. ¿Cuáles son las metas para este año?
Lo que pasó el año pasado nos sirve como experiencia para que no se vuelva a repetir esta temporada. Vamos a prepararnos mucho mejor en Arizona y trabajar duro para corregir los errores. Nuestro objetivo este año es clasificar (a los playoffs) y después fajarse por el anillo.
La División está dura. ¿Realmente piensas que hay equipo para llegar a los playoffs?
No hay ningún equipo fácil. Nuestro equipo también es bueno y la última palabra la dirá el terreno de juego. Siempre que se juega bien la victoria viene al cien por ciento. Para clasificar tenemos que ganar a nosotros mismos, ganar en confianza, saber que se puede y luchar.
Con la llegada de Abreu ya sois tres cubanos en el equipo. ¿Cómo te sientes con eso?
Contento porque su llegada es muy buena para el equipo. La poca ayuda que necesite se la vamos a dar y ojalá sigan llegando más cubanos.
¿Conocías a Abreu en Cuba?
Sí, cuando yo jugaba en Cuba Abreu apenas era un niño. Siempre estaba jugando y ya se le veía que tenía calidad. Y mira, ya está aquí para demostrarlo.
¿Qué futuro le ves en los White Sox?
Le veo un futuro bien grande. Es un pelotero bien establecido, hecho y sabe hacer de todo. Lo que sabemos hacer en Cuba es jugar béisbol y aquí lo va a demostrar. Lo que yo pienso de Abreu, él mismo se lo va a decir sin hablar mucho, sino en el terreno.
¿No dudas de que le va a ir muy bien en su estreno en Grandes Ligas?
No, no tengo ninguna duda. Es un pelotero de cinco herramientas. Lo tiene todo, es grande, fuerte, corre, tira y ya lo que le falta es demostrarlo en el terreno.
¿Viene algún cubano más de camino?
No sé (risas). Pero todo el que llegue aquí será bienvenido.
¿Os lleváis bien los tres cubanos?
Sí. De hecho siempre estamos haciéndonos bromas, nos contamos cuentos de Cuba y siempre estamos de ‘jodedera’ como decimos los cubanos. Fuera del béisbol también nos vemos mucho en nuestras casas jugando dominó o salimos a cenar a cualquier lado.
¿Qué tienen los cubanos que son tan buenos en el béisbol?
Es como España con el fútbol. Cada país tiene su deporte y nosotros nacemos con el bate y la pelota en la cuna. Esto es lo que aprendimos desde chiquito.
¿Qué es el béisbol en la cultura cubana?
Es pasión, es una cosa que no se puede describir. Se lleva en la sangre y el béisbol en Cuba es lo máximo.
¿Se nota mucho el salto del béisbol cubano al de Grandes Ligas?
La diferencia la hace uno mismo. Hay jugadores que se demoran muchos años en adaptarse y otros llegan y se adaptan de una vez. Pero en mi opinión el béisbol es igual.
¿Qué representa para tí Minnie Miñoso?
Es un Dios cubano. Minnie representa todo en el béisbol cubano, es como un libro. Es una leyenda que hay que tenerlo en un pedestal.
