Daniel de Malas viernes, agosto 04, 2017
La deuda de la Comisión con los atletas es de al menos 5000 pesos per
cápita, aunque sabemos que esa cantidad resuelve muy poco, por no
decir nada.
Por Elsa Ramos.
Hace dos meses, un pelotero espirituano, cuyo nombre no es lo más
importante, me preguntó el porqué del atraso en el pago de los
estímulos de la anterior Serie Nacional.
Se refería a lo que reciben quienes cumplen un grupo de requisitos
como jugar el 70 por ciento de los juegos, según estipula la política
de remuneración para el deporte cubano, aprobada por el Consejo de
Ministros en el 2013 e implementada en el 2014. La deuda, que en el
caso del equipo espirituano afecta a siete peloteros, asciende a 5 000
pesos para cada uno y se multiplica, poco más, poco menos, en los 16
elencos.
En aquel momento la Dirección Nacional de Béisbol dijo que la solución
estaba en trámite. A horas del inicio de la versión 57, cuando
comenzaría a acumularse el nuevo “plus-salarial”, los bolsillos siguen
a la espera. ¿Por qué ocho meses de demora para cumplir una parte del
contrato luego de que los jugadores, concretaron la exigencia del
convenio?
La pregunta la formulé en la reunión de conformación oficial del
equipo de Sancti Spíritus el pasado 18 de julio. Según Yovani Aragón,
director nacional de béisbol, “hay que hacer un solo pago en el país,
si alguna provincia presenta problemas de algún nombre, letra, carné
de identidad, hay que virar las nóminas; en años anteriores algunas
atletas no han podido cobrar por errores y no se puede hacer otra
extracción de dinero”.
A una práctica ilógica, le sucede una similar: “No podemos pagar a los
que terminan en los primeros 45 juegos porque hay que esperar a que
concluyan todos para pagar los premios individuales (líderes en los
departamentos) y colectivos (para los tres primeros equipos). No sé si
la provincia tiene disponibilidad, otras han pagado.
“No sé por qué no se le ha dicho a los atletas, si lo hemos explicado
en varios escenarios”, se cuestiona Aragón. Solo que estos, los
deportistas, no entienden, al igual que yo, tal justificación, si
Sancti Spíritus, tiene ese dinero disponible… desde enero, como parte
del presupuesto asignado anualmente al Inder territorial. ¿Por qué hay
que esperar por el “nivel central”? José Luis Rodríguez Vega, director
de la Unidad Presupuestada del Inder espirituano, lo ¿aclara?:
“Tenemos el dinero como parte del presupuesto, lo que debemos esperar
es por el autorizo para poder pagar”.
Horas después de la reunión de integración de los Gallos, en la mañana
del 19 de julio, según reportes de esa entidad, llegó el famoso
autorizo, consistente en un correo electrónico: “Ya pueden efectuar el
pago”.
Solo que a esa altura “ya no se podía hacer más nómina —puntualiza—,
pues se autorizan dos pagos: uno antes del 15 y otro después de esa
fecha. Pudimos tener dinero y técnicamente no se podía hacer. En julio
se paga vacaciones y salarios. Un monto que por lo general es de unos
220 000 pesos, rondó los 300 000. Se pagaría en esta primera quincena
de agosto”.
Que en tiempos de dominio tecnológico, donde errores de nómina, de
letras… se pueden enmendar con un clic, se tenga que esperar ocho
meses, o 10, para efectuar un pago cuando ya existe lo más difícil, el
dinero que presupuesta el país de un año para otro, no es fácil de
entender. Por los kilómetros que me separan de los aparatos económicos
del Inder nacional y de los procedimientos de la Dirección Nacional de
Béisbol, no me atrevo a cuestionar su cúmulo o su lógica de trabajo,
mas si esto no es burocracia, es lo más que se le parece.
Además de ser una política del país, esta remuneración constituye un
deber establecido en contrato, que, según los lineamientos, son
sagrados. En momentos en que se le busca la quinta pata al gato para
mejorar nuestro deporte nacional, algo tan elemental debiera desvelar
a quienes tienen el encargo de cumplir lo que el Estado dispuso para
ese sector como forma concreta de estímulo.
El presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Higinio Vélez, ha
pedido al organismo y las provincias mejorar el confort antes y
después del juego, en el escenario principal: el estadio. “Televisores
con videos para recrearse o trabajar, taquillas individuales,
refrigerios, frutas, lavado de ropa por otro personal”. ¿Podremos
soñar “a lo canadiense” sin ser capaces de resolver este embrollo a lo
cubano?
Aunque 5 000 pesos en un año no resuelve ni mediamente el cúmulo de
problemas de un pelotero, es el dinero que el país dispuso para
remunerar al sector, no sin grandes sacrificios nacionales. Es,
además, lo que cuenta en su planificación personal para compartir con
su familia, al menos en algo, su entrega. Hay más. En la mayoría de
los equipos rezan solo 5 000 pesos. Otros como el matancero-granmense
Yordanis Samón, líder en cuatro departamentos ofensivos: hits,
anotadas, impulsadas y dobles, debe sumar una deuda de alrededor del
10 000 pesos, pues por cada uno de los tres primeros liderazgos le
tocan 1 000, más los 5 000 del 70 por ciento de los partidos jugados y
una parte de los 30 000 que le corresponden a su elenco por la medalla
de bronce.
¿Y así estamos delirando con contratar peloteros de otros países, sin
ser capaces de cumplir, en tiempo, con el pago a los propios, cuando
además se trata de una suma que no lograría atraer al foráneo más
discreto? No hablamos tampoco de un dineral: 35 000 pesos, a razón de
5 000 por cada uno de los siete peloteros espirituanos afectados en
tres meses, es un monto similar al de un grupo musical —no de tanto
nivel, claro— por tocar tres o cuatro números en una noche o lo que
cuesta construir una tarima de carnaval.
Por la desgracia de haber sido eliminado tan temprano como en octubre,
Sancti Spíritus debió tener la suerte de haber cobrado ya. Mucho más
porque, según Nelson Ventura, comisionado provincial de béisbol, esta
provincia fue la primera en entregar su nómina, sin ningún error
detectado. Es más, no habría que esperar ni por esa información. En la
página web de la Federación Cubana se actualizan diariamente las
estadísticas de donde sale “la evidencia”.
Es, a todas luces, absurdo, mucho más porque hasta para la propia
dirección de este deporte en Cuba “no cumple objetivo que quienes
terminaron la primera fase alrededor de octubre no hayan recibido nada
de lo que se han ganado”.
El fenómeno del atraso en los pagos a los peloteros es tan hijo de la
indisciplina financiera y económica como las deudas a los ganaderos
que a veces suman cinco meses y más por la leche, el maíz o las
viandas o como la de los músicos que va de año en año.
Solo que estas últimas dependen más de los cobros y los pagos
interempresas, de créditos, retruécanos bancarios u otras cuestiones y
en el caso que nos ocupa, el dinero espera, desde sus bóvedas
presupuestadas, por un correo, una firma, una decisión.
La Serie 57 está a punto de comenzar y tiempo hay suficiente para,
desde ahora, resolver lo que, según Aragón, ya se cocina: “Estamos
pidiendo a la dirección del país, que para próximos años se pague
según vayan terminando los equipos y dejar para el final solo los
premios a los líderes individuales y colectivos. Al final la provincia
es la que tiene el dinero y los atletas”.
Para suerte, la solución de este conflicto está al alcance de un clic
capaz de compensar una deuda por la que no deben pagar, de ningún
modo, los peloteros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario