miércoles, 4 de junio de 2014

Céspedes, sin tanta bulla como otros, se hace sentir



 Con la llegada hace un año del jardinero de los Dodgers, Yasiel Puig, y el ascenso del inicialista de los Medias Blancas, José Abreu, el guardabosque de los Atléticos, Yoenis Céspedes, parecía ser el cubano que todos habían dejado en el olvido.

Pero ya no lo es.

No representa todo el espectáculo que viene con el estilo de juego de Puig. Tampoco es un cañonero como lo es Abreu.

La excelencia de Céspedes sobre el terreno es un poco discreta. Sin embargo, tiene cada una de las cinco herramientas del béisbol.Y las exhibió todas durante el fin de semana mientras barría a los Angelinos.

Y hubo bastantes testigos.

El Coliseo estuvo lleno el sábado para la celebración en honor a los Atléticos que ganaron la Serie Mundial en 1974.

"Vi el terreno así", dijo el jardinero acerca de la ceremonia antes del juego en la que el equipo de 1974 entró por una alfombra roja. "Vi que las gradas estaban llenas. Había tanta ovación. Eso me hizo sentir fuerte".

Los Atléticos definitivamente se sintieron bien al ver a su gran adición de hace dos años surgir de un mal momento en mayo a lo que muchos calificaron como el juego de su carrera.

Oakland ha pasado por altibajos -- perdió siete de nueve encuentros antes de ganar sus tres encuentros sobre los Angelinos -- y Céspedes también. El jardinero tenía un promedio .152 en sus 11 partidos antes del sábado.

Sin embargo, todo eso quedó en el olvido en un transcurso de tres horas y 13 minutos la noche del sábado cuando los Atléticos vieron al jugador brillante que llegó justo a tiempo para ser parte de sus dos campeonatos consecutivos de la División Oeste de la Liga Americana en los últimos dos años.

"Nosotros no lo hemos hecho", dijo el piloto de Oakland, Bob Melvin, al preguntársele si Céspedes había quedado en segundo plano entre las últimas estrellas cubanas. "Ha hecho un gran trabajo por nosotros".

Es difícil creer que Céspedes ha tenido una actuación más completa que la del sábado.

Exhibió su defensa al comienzo del juego, rescatando a su abridor Tommy Milone. Los Angelinos enviaron a cinco bateadores al plato en la segunda entrada. Cuatro de ellos conectaron sencillos. Dos de ellos fueron retirados tratado de anotar desde la segunda base con sencillos hacia la pradera izquierda. Céspedes retiró con un disparo a Chris Iannetta para el primer out del episodio, y luego de que Millone ponchó al dominicano Erick Aybar, Céspedes cazó en el plato a Kole Calhoun con otro disparo para darle fin a la entrada.

"Obviamente tuvo la mejor noche de su carrera", dijo Milone. "Tuve la fortuna que fue en este juego".

No se detuvo en la defensa. Después de que un doble prendió la pizarra por los Atléticos en la cuarta entrada, Céspedes le dio la ventaja a Oakland en el séptimo inning, empujando dos carreras con un tablazo que resultó siendo triple. Para completar la jornada, conectó un jonrón de dos carreras en el octavo capítulo.

Céspedes le recordó a las Grandes Ligas que no es noticia del pasado. Todavía es pieza clave de unos Atléticos que de nuevo se encuentran en la cima del Oeste de la Liga Americana, con una ventaja de 4 ½ juegos después de la barrida de la serie contra los Angelinos.

"He seguido las estadísticas de los demás cubanos y no está entre los primeros", reconoció Melvin, "pero dio la cara cuando lo necesitábamos".

Este es el estilo de Céspedes. Tuvo un reto y lo enfrentó sin parpadear. Por eso la actuación del sábado recalcó la clase de impacto que puede causar.

deportivasmlb@gmail.com

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