viernes, 21 de marzo de 2014

Alexei Ramírez confía en dar el ejemplo



A veces las responsabilidades llegan sin uno pedirlas ni esperarlas. Cuando se presentan de esa manera hay que hacerles frente y encararlas de la misma forma como si se hubieran buscado.

Es así como Alexei Ramírez afronta la situación dentro de los Medias Blancas de Chicago, en donde se ha convertido para este año en el pelotero latino de mayor experiencia y recorrido en Grandes Ligas y dentro de la organización.

“Lo he tratado de ver como algo más, pero es un gran honor y una gran responsabilidad que asumo con mucho respeto”, dijo Ramírez.

El campocorto tuvo compañeros y jefes que le indicaron el camino y le dieron el ejemplo de lo que hay que hacer cuando la responsabilidad de liderar al grupo se presenta y toca la puerta.

“Cuando llegué a este equipo estaba (José) Contreras y él me ayudó mucho, esa experiencia y esa ayuda yo se la pasé a (Dayán) Viciedo y ahora a (José) Abreu. Así haré con todos los latinos que pidan mi ayuda”, expresó el campocorto de los Medias Blancas, quien agregó: “En mi tiempo aquí también aprendí de Ozzie Guillén, de (Joey) Cora, de (Omar) Vizquel y de (Alex) Ríos. Todos ellos me enseñaron, con sus personalidades, me enseñaron a cómo hacer las cosas aquí para poner el ejemplo y ayudar a esos peloteros que están llegando nuevos y necesitan ayuda”.

Ramírez espera combinar todas esas lecciones recogidas a lo largo de las seis temporadas que tiene en Grandes Ligas, en donde debutó en el 2008, luego de abandonar Cuba un año antes.

“Mi vida está en esto. No sé hacer más nada que jugar béisbol, por eso sé que puedo cumplir con esa responsabilidad ganándome el respeto de los muchachos. Eso creo que lo puedo hacer trabajando duro, como siempre lo he hecho, para que ellos puedan mirarme y se sientan orgullosos y me vean como guía”, explicó.

Para dar el ejemplo en el terreno de juego, no solo con trabajo, sino con resultados, Ramírez trabajó desde el receso entre temporada en los aspectos en los que falló en el 2013 y que hicieran de esa campaña, una pesadilla para él.

Entre las modificaciones que realizó con miras a la temporada que está por comenzar fue dejar de lado su viejo guante negro, el mismo que tenía desde el 2008, y tomar uno amarillo, de la misma marca (Rawlings) y con las mismas medidas que el anterior.

“La culpa no fue del guante, fue mía. Pero ya era tiempo para cambiarlo. Había estado preparando este (el amarillo) desde el año pasado”, dijo Ramírez, quien fue el campocorto con más errores (22) en la Liga Americana.

En lo que va de pretemporada, el cubano ha fallado en dos oportunidades a la defensa. Pero eso no le preocupa, ni lo hace pensar en el pasado, ya que lo sucedido en el 2013 “fue porque tenía muchas cosas en la mente que no tenían que ver con el béisbol, pero ya eso está resuelto”, aseguró.

Fuera de esa debacle defensiva, Ramírez registró una campaña sobresaliente con el madero, al registrar el segundo promedio más alto de su carrera (.282) e imponer topes personales de dobles (39) y robos de bases (30).

La mayor parte de esa producción la logró estando de segundo en la alineación del manager, Robin Ventura, quien para este año lo podría mover en el orden al bate y colocarlo en la parte baja, debido a la estructura que ahora tiene el equipo con las adiciones de Abreu, Adam Eaton y Avisail García.

A Ramírez no le incomoda el no estar como segundo bate, la posición que más le gusta del line up, pero espera estar en un puesto en el que tenga responsabilidad ofensiva.

“No sé dónde pueda estar bateando este año, pero es una temporada muy larga y estoy preparando para donde me pongan. El año pasado me pusieron hasta de tercero y nunca había estado ahí, así que no importa donde me pongan”, dijo Ramírez, quien aseguró tener sorpresas en su ofensiva para esta campaña. “Eso es secreto, pero ya lo verán”, expresó.

Aumentar la producción de cuadrangulares es uno de los objetivos que ha estado en su mira tras los últimos dos años, en los que no ha podido alcanzar la decena.

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