jueves, 30 de julio de 2015

Martínez aboga por la candidatura de Tiant para Cooperstown


En el Main Street, calle del Museo del Salón de la Fama de Cooperstown, suelen sentarse ex jugadores estelares-exaltados y no exaltados-a firmarles autógrafos a los fanáticos por una determinada cantidad de dinero.
Durante este fin de semana de la exaltación de cuatro nuevos miembros del Salón, el cubano Luis Tiant participó una vez más en dicha actividad. El ex lanzador, quien no fue elegido por la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica ni ha recibido los votos de parte del Comité de la Era Dorada (dos veces negado), sigue siendo venerado de parte de los fanáticos de los Medias Rojas.
"Gracias por los recuerdos", le dijo a Tiant un señor con una camiseta del equipo de Boston, que con la ayuda del derecho cubano llegó a ley de una victoria de coronarse campeón de la Serie Mundial de 1975.
"Te hace sentir bien", dijo Tiant, quien en la actualidad forma parte de la organización como embajador especial y es miembro del Salón de la Fama del equipo desde 1997. "Tú vas a los sitios y la gente te reconoce. Te piden autógrafos y quieren tomarse una foto contigo. Uno tiene que estar orgulloso de que la gente se acuerde de ti, aunque ya no juegues".
Mucho se ha debatido la candidatura de Tiant para el Salón de la Fama de Cooperstown.
El nacido en La Habana terminó su carrera con récord de 229-172 y efectividad de 3.30 en 19 años de Grandes Ligas. Fue líder en promedio de carreras limpias en dos ocasiones, en ERA+ (ajustada a los estadios) dos veces y en WHIP una temporada. Ganó 20 juegos en tres campañas diferentes, mientras que entre 1972 y 1976, promedió 19 victorias al año.
"Tiant tiene unos números maravillosos. En realidad, a mí mismo me ha sorprendido por qué Luis Tiant no ha sido considerado una vez más", dijo el dominicano Pedro Martínez, nuevo miembro del Salón de la Fama. "Pero ésas son cosas que se escapan a lo que yo puedo hacer. ¿Tú sabes lo que yo puedo hacer? Y lo estoy haciendo ahora: Darle un empuje a la comunidad latina a que se sepa que nosotros tenemos personas de valores, que tenemos personas que vale la pena pensar en ellos.
"Tiant no es una excepción", continuó Martínez, quien comparte bastante con Tiant al ambos integrar la organización de los Medias Rojas hoy en día. "A lo mejor mi (exaltación) al Salón de la Fama le recuerde al Veterans Committee que Luis Tiant existe, que nosotros los latinos existimos".
Mientras tanto, a sus 74 años, Tiant sigue disfrutando esta etapa de su vida.
"No me puedo quejar. Dios hasta ahora ha sido bueno conmigo y todo lo que he hecho. Me ha dado vida, salud. A seguir adelante".

D-Backs quieren los servicios de Chapman

A pesar de una temporada poco corriente para el cerrador Brad Ziegler, de los Diamondbacks de Arizona, aseguran en la prensa estadounidense, que los Cascabeles buscan la manera de mejorar su bullpen, ya que están en conversaciones con los Rojos de Cincinnati sobre Aroldis Chapman.
Según informes, los Diamondbacks están haciendo su “diligencia debida”, anunció Jeff Passan de Yahoo Sports. El precio de venta de Chapman es “enorme”, pero “puede haber algo allí.”
El jugador de 27 años de edad, está en medio de una temporada más dominante, convirtiendo el 20 de 21 oportunidades de salvamento en esta temporada. Sus 74 ponches sobrepasado solamente por Dellin Betances de los Yanquis de Nueva York entre los relevistas, “El misil cubano” tiene una efectividad de 1.73 en lo que va de 2015.
Este informe se produce un día después de que se informó de que los Diamondbacks llamaron a los Filis de Filadelfia para preguntar acerca de Cole Hamels. Arizona actualmente está a siete juegos y medio fuera de un lugar de la Liga Nacional, por lo que será interesante ver si el equipo decide comprar para lo que sería una segunda fase de empuje desalentadora.

Fotos de Daniel de Malas

Ofrecen concierto de música cristiana en La Rampa - Misceláneas de Cuba

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martes, 28 de julio de 2015

Peloteros cubanos en ligas del mundo
Tras una infeliz medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto y dos derrotas ante la selección de Holanda en el Torneos de Puertos de Rotterdam 2015, ha proseguido la semana del béisbol cubano en el mundo. Tal parece que el nivel del béisbol en Cuba está centrado en defender un bronce panamericano, así como el arquetipo de bestia negra resulta ser Holanda, al asesinar dos veces seguidas al Cuba de Victor Mesa en lo que va del Torneo de Puertos. Pese a esto, los jugadores cubanos continúan mostrando su talento y valor en diferentes ligas, mientras siguen las especulaciones sobre qué pasará con varios caribeños cuando comiencen las ventas y cambios en las Grandes Ligas. En la sección de hoy veremos lo mejor de los antillanos en las Mayores y en la Liga Mexicana de Béisbol.
Lo mejor de Cuba en la MLB
El día de la fecha límite de cambios se acerca, esta cierra el 31 de Julio y tiene la interrogante de cuántos cubanos serán cambiados de franquicia. Entre los nombres más pronunciados se encuentran Yoenis Céspedes, Aroldis Chapman y Alexei Ramírez. El comisionado de la MLB, Rob Manfred, aseguró hace muy poco, que estudia extender la fecha límite de cambios. El objetivo es dar más tiempo a las organizaciones para realizar las decisiones correctas ante los canjes.
José Fernández venció en Arizona el miércoles como visitante cuando ponchó a 11 bateadores. Él tuvo momentos sensacionales dentro del juego: uno de ellos, las tres curvas para abatir a Yasmani Tomás. También le pegó un envió a 97 mph al venezolano David Peralta en la cabeza y se vio al “Delfín” bastante contrariado ante tal suceso. Tercera victoria de Fernández en Julio, y de ganar su última salida del mes, estará en las boletas para ser designado el mejor lanzador de Julio. Su efectividad ahora es de 2.77.
Alexei Ramírez, quien es asociado a muchos rumores de cambio de equipo, le dio jonrón a Trevor Bauer entre left y center para colaborar en la victoria de White Sox el jueves ante Cleveland. Es el cuarto cuadrangular del Misil Cubano con 32 empujadas.
El sexto cuatroesquina de Tomás llegó el jueves, cuando colaboró en la victoria de Arizona vs Milwaukee 8×3. El habanero arribó a 37 remolques en una estable temporada de novato con linea ofensiva de 303/338/437.
Kendrys Morales tiene 65 RBI (impulsadas) empatado con Bautista, Teixeira y Josh Donaldson en el liderato de la Liga Americana. A la vez, se ubica quinto entre los que más dobles producen con 24.
José Iglesias no ha dejado caer al bate su gran temporada y sigue cuarto entre los mejores averages ofensivos con 325, idéntico puesto de Yunel Escobar en la Liga Nacional (321).
El segundo en dobles conectados de la liga americana es cubano y se llama Yoenis Céspedes. La potencia acumula 28 biangulares a solo uno del líder Jason Kipnis.
Gran noche de viernes para los cubanos
Este viernes, Abreu disparó su pelota 15 fuera de las vallas ante el Cy Young 2014, Corey Kluber. Ya no podrá superar los 36 del año pasado, o al menos, se vislumbra harto difícil. A pesar de no contar con el poder del 2014, Abreu presume estable linea ofensiva 287/338/474, con 49 impulsadas. Pero si un cubano dejó centellas en el terreno este viernes, ese fue Alexei Ramírez.
Primero causó impresión con su guante en par de movidas estelares. Luego construyó por si solo la carrera del tercer inning al pegar hit, robar base y anotar por wild pitch de Kluber. No se contentó y dio doble (16) en impulsó dos (34) y robó otra base (ahora tiene 13). Ramírez ha sido un “sleeper” en la temporada, muchos creen que su rendimiento va en declive. Ahora vendrán nuevos retos para el Misil Cubano. Mantener su forma y continuar su gran mes de Julio. En los últimos de siete juegos acumula 391 (7 en 23), un doble, dos jonrones y siete remolques.
Por otra parte, Yonder Alonso dio jonrón en Petco Park, su tercero, y Yasiel Puig su sexto en Citi Field, casa de los Mets para colaborar con las victorias de San Diego y Los Angeles Dodgers. Un poco antes, en la tarde el habanero Jorge Soler disparó tres hits en la derrota de los Cubs ante Philadelfia.
Liga Mexicana de Béisbol (LMB)
La LMB atraviesa ya su recta final de la temporada y aquí analizamos las individualidades cubanas que más resaltan:
Juan Miranda (Vaqueros de la Laguna). Comienzo con Miranda pues en su regreso a México ha estado brillante en uno de los apartados más importantes del béisbol moderno: el OBP o promedio de embasamiento. El primera base zurdo ha disertado en discriminación de lanzamientos y se ubica en el primer lugar entre los mejores OBP. Miranda ostenta un galáctico 467, producto de 60 boletos. Batea para linea ofensiva de 310/467/477 con 13 dobles, 10 jonrones y 54 impulsadas. El ex Yankees y Diamondbacks presenta
José Julio Ruiz (Acereros de Monclova). El santiaguero Ruiz no se ha debilitado y se mantiene entre los diez mejores bateadores de la liga. Es octavo en average de bateo (348), sexto en impulsadas (69) y décimo en slugging con 547. Además ha pegado 13 cuadrangulares.
Hasan Pena (Sultanes de Monterrey). Pena ha estado toda la temporada entre los mejores lanzadores de bullpen de la liga. Marcha cuarto en juegos salvados con 18, detrás del líder Tony Peña Jr (23) mientras que posee foja de (4-3, 1.90 de ERA) la segunda mejor efectividad entre todos los cerradores. En 42.2 de innings tiene 32 bateadores burlados por el ponche y alucinante WHIP (jugadores que embasa por inning) de 1.05.
Juan Carlos Linares (Vaqueros de la Laguna). Linares ha lucido con 338/433/569, 13 dobles, cinco triples y nueve jonrones llegando a 41 impulsadas. Ha cubierto el center field de la nave lagunera la mayor parte del tiempo, y ha estado pasando por algunas lesiones.
Donell Linares (Saraperos de Saltillo). Luego de ser transferido de los Olmecas de Tabasco a los Saraperos, Linares ha bateado 326, cuatro vuelacercas y 26 impulsadas. Tiene promedio general de 333 y 43 empujadas en toda la temporada.
Yunesky Sánchez (Guerreros de Oaxaca). El matancero es un ídolo entre los Guerreros. Su estabilidad se sustenta en 307/367/386 con 15 extrabases y 40 remolques.
Félix Pérez (Sultanes de Monterrey). El isleño llego a Monterrey ya comenzada la temporada y aún así archiva 280/365/496 con 18 dobles, dos triples y 11 jonrones en 71 partidos. Ha impulsado a 45 corredores, tercera mejor marca dentro de los Sultanes.
Leonardo Laffita (Vaqueros de la Laguna). Los Vaqueros firmaron el 11 de julio al torpedero Laffita como agente libre. Laffita solo jugó dos Series Nacionales con las Tunas en 2011 y 2012. Ha jugado nueve partidos y batea 259 (7 en 27) con dos empujadas.
¿Quién recuerda a… Osvaldo Fernández?
Fernández fue lanzador de la selección nacional de Cuba y el as del pitcheo holguinero en la primera mitad de los 90. Abandonó la selección cubana durante un Tope contra Estados Unidos, en Millington, Tennessee. Decidió saltar hacia las Grandes Ligas y en 1996 firmó con los Gigantes de San Francisco. Allí lanzó entre 96 y 97 para (10-17) con ERA de 4.93. Luego de una lesión en 1998 regreso a las mayores con los Rojos de Cincinnati y en la temporada del 2000 marcó aceptable temporada de (4-3, 3.62 de ERA) en 15 juegos iniciados. Tras la campaña del 2001 (5-6, 6.92 de ERA), también con los Rojos, el holguinero no volvió a lanzar en MLB.
El jugador cubano de la semana: Juan Miranda
Lo más negativo: Aroldis Champan no es máquina perfecta. Su velocidad natural, a veces, se le vuelve en contra. Perdió ante los Cubs el miércoles (3-4, 1.74) cuando no tuvo buen control y entregó dos boletos en el noveno. Lo peor es que su índice de boletos por nueve innings (BB/9) asciende en 2015 (5.0) por (4.0) en 2014. Sus 19 salvados predicen que Chapman tendrá difícil superar sus 38 salvamentos de 2012 y 2013 de quedarse en Cincinnati.
El dilema: Yoenis Céspedes está involucrado en rumores de cambios. Para algunos analistas, escuchas y gerentes, el granmense será canjeado antes del 31 de julio, como sucedió en el 2014 mientras jugaba en Oakland. La gerencia de Detroit se ha mostrado escéptica y silenciosa. El analista de ESPN Jim Bowden, cree que Detroit no cambiará a Céspedes a solo cuatro juegos por un puesto de comodín.
Lo extraño pero real: Alexei Bell, jugador de los Capitales de Quebec en la liga canadiense, pidió la liberación de los compromisos con el béisbol de su provincia, según Jorge Ebro de elnuevoherald.com. El santiaguero líder de bateo en los Olímpicos de Beijing (500) y recordista de impulsadas en Cuba (111) para una temporada de 90 juegos, buscará nuevos horizontes a su carrera desde Cánada sin experimentar las vías tradicionales de emigración de los beisbolistas cubanos.
La frase: “El talento de este chico es prodigioso y él mostrará su otro lado. Mientras tanto, hay que apoyarlo, tienes que hablar con él, hay que entrenarlo, hay que ayudarlo. Se trata de un jugador que toda organización le gustaría tener sus manos en este momento”, dijo Joe Maddon, manager de los Cubs de Chicago sobre Jorge Soler.

Cuba toma desquite de Holanda y gana la final de Rotterdam 2015


Cuba se desquitó las dos derrotas sufridas ante Holanda en la clasificatoria y ganó, cinco carreras por tres, en la final de la 15ta edición del Torneo Interpuertos de Rotterdam, que concluyó este domingo en esa ciudad europea.
Con ofensiva de 11 imparables y pitcheo combinado de Frank Monthiet, José Ángel García y Miguel Lahera los caribeños consiguieron su segunda corona al hilo y la décima en la historia de estas lides.
Monthiet se llevó la victoria tras tirar 5,2 entradas en las que permitió dos carreras (una limpia), le dieron seis hits, regaló tres boleto y ponchó a cuatro. En su ayuda José Ángel lanzó dos completas, le hicieron una sucia, dio dos bases, abanicó a cuatro y se apuntó un wild. Finalmente Lahera consiguió punto por juego salvado en 1,1 innings de un hit y un ponche.
A la ofensiva brilló Lourdes Y. Gourriel Castillo, quien ligó tubey y jonrón en cuatro turnos, anotó una carrera y remolcó otra. También sobresalieron José Luis Barcelán (4-2, 1 2B, 1 CA, 1 CI) y Osvaldo Vázquez (4-2, 1 2B, 1 CA, 1 SO).
Por los locales el abridor Rob Cordemans cargó con el revés en 6,0 episodios de cinco carreras, nueve hits y dos ponches. Completó el trayecto el relevista Loek van Mil (3,0 INN, 2 H, 1 SO).
Cordemans archivó su segundo descalabro ante Cuba en una final de este tipo de torneo, pues también cayó en el 2013.
Cuba hizo una carrera en la primera entrada por tubey de Gourriel Castillo, sencillo de Yasiel Santoya y rodado de Yurisbel Gracial, que sirvió para doble play.
Luego sumó un decisivo racimo de tres anotaciones en el cuarto episodio en el que combinó imparable de Osvaldo Vázquez, hit impulsor de Ariel Borrero, tubey remolcador de Barcelán e indiscutible productor de Yoelvis Fiss.
Los caribeños sellaron el marcador con jonrón de Gourriel Castillo en el quinto, todo frente a Cordemans.
Los holandeses descontaron una en la parte baja del tercer rollo por boleto y hit impulsor de Gianison Boekhoudt. En el sexto sumaron otra por base, hit de Shaldimar Daantji –frente a Monthiet-, y error del segunda base Lourdes en una jugada de intento de robo del corredor que estaba en primera, cuando entró a lanzar José Ángel.
La tercera de los europeos llegó en el octavo también por boleto de Lahera abriendo entrada, sencillo y error del torpedero Yurisbel Gracial.
Cuba hizo cinco carreras, con 11 hits y tres errores; Holanda jugó para 3-10-0, en ese orden.
Como es tradicional al final del torneo se dieron a conocer los premios individuales, de los que tres quedaron en poder de los cubanos: Yasiel Santoya (líder en average, 567), Osvaldo Vázquez (jonrones, 3) y Lourdes Y. Gourriel (Jugador Más Valioso, MVP).
Además, lanzador Diegomar Markwell (HOL) resultó el más efectivo (1,29 ERA), Christian Díaz (HOL) se llevó la distinción de Novato, Dwayne Kepm cargón con la distinción de más popular y el curazaleño Raily Legito mereció el premio de la Prensa.
Este fue la décima corona de los caribeños en estos torneos, siete con la franela del Cuba (1997-2001-2003-2007-2009-20013-2015) y otras tres con la inscripción de La Habana (1985-1987-1995). Además archivan un sub título (1999) y dos terceros lugares (1989-1991).

jueves, 23 de julio de 2015

Yoenis Céspedes en la mira de un canje


El jardinero cubano Yoenis Céspedes está involucrado en un posible intercambio de equipos, según reportan varios informes de última hora. El granmense lo mas probable que cambie de aire debido a que la proxima temporada se convertiría en agente libre y al parecer los Tigres buscas reforzarte para los playoff.
¿Los posibles equipos? ...Yankees y Dodgers, por su poderio economico pero los Orioles de Baltimore se encuentran como favoritos para el destino del 52 Granmense. Céspedes, de 29 años, está conectando para 289/.314/.482 (118 OPS+) con 13 jonrones y 52 rbi en lo que va de temporada. Después ampliamos mas sobre su posible salida.
deportivasmlb@gmail.com 

Peloteros cubanos en Japón: una experiencia a punto de cometer harakiri


JORGE EBRO JULIO 21, 2015
A la sombra de las banderas izadas en Washington y La Habana se erige la ilusión real de que pronto se alcanzará algún tipo de acuerdo con Grandes Ligas, pero tras la experiencia de los Panamericanos de Toronto pudiera advertirse el final de Japón como destino de los peloteros cubanos.
Muy enamorados del talento de los antillanos tuvieron que estar los ejecutivos de la liga profesional nipona cuando dejaron que la Federación Cubana de Béisbol les arrancase tantas prerrogativas, especialmente la de no impedir la participación de sus estrellas en los eventos internacionales.
Habría que empezar diciendo que, salvo ciertos momentos, la experiencia cubana no ha sido la mejor en base a las expectativas que generó, y que los hombres que han pasado por allá han dejado una huella ambivalente, marcada por la intermitencia o el fracaso total.
Desde la fatal experiencia de Frederich Cepeda hasta la inexplicable saga de los hermanos Gourriel, los ejecutivos japoneses deben estar sacando balance de estos primeros dos años de un pacto extraño y lejano, del que no pueden sacarse muchas conclusiones.
Figuras en contraste
Por los motivos y con las excusas que se encuentren, Cepeda ha sido prácticamente inexistente y sus pálidos números -por no llamarlos horrendos- contrastan con las innegables contribuciones al equipo nacional en los torneos del orbe.
Alfredo Despaigne ha sido el mejor de los cubanos y tampoco es que esté reventando la pelota con los Marines de Chiba, pues a la hora de publicar este comentario conectaba para .263, muy diferente al promedio de .311 del año pasado.
De Héctor Mendoza apenas se puede sacar una evaluación, pues su presencia ha transcurrido entre la sucursal de granja de los Gigantes y una actuación mínima con el equipo grande de Yomiuri.
Lo que nos lleva al enigma de los Gourriel, principalmente Yulieski, quien sin ningún tipo de argumento convincente le dijo adiós a un pacto de casi $3 millones para emprender una ruta cuyo final, se presume, sean las Mayores, a pesar de que nadie sabe si la novela terminará con final feliz.
Si el Yokohama, a regañadientes, aceptó la rescisión del pacto de un hombre que en el 2014 bateó para .305, lo mismo no puede decirse del hermano más chico, pues los BayStars no sueltan prendan con Lourdes Jr., despertando una ola de especulaciones sobre los motivos de este empecinamiento.
El más chico de los Gourriel, que para muchos es el de mayor proyección, se encuentra jugando el torneo de Rotterdam, Holanda, pero no dice ni una palabra sobre sus posibilidades de retornar a la Tierra del Sol Naciente.
No sé cuál es la evaluación de la parte cubana, pero los japoneses no han recibido mucho en este intercambio, al menos en el plano beisbolero, y asumen riesgos que en ninguna otra parte del mundo serían permitidos.
Algo insoportable
Toronto es la muestra perfecta: Cepeda, Despaigne y Mendoza fueron llamados a integrar la escuadra nacional. Tuvieron que abandonar sus respectivos clubes, volar a Canadá, tomar parte en el torneo y en algún momento retornar al archipiélago japonés para continuar con la serie de esa nación.
De acuerdo con declaraciones del mánager cubano, Roger Machado, Mendoza estaba lesionado en Toronto -no se sabe sien llegó en ese estado o se lastimó allí- y así y todo el dirigente contaba con él "para matar'' aunque fuera una entrada, algo atroz con un hombre sin su mejor salud, en el partido donde Cuba perdió el pase a la final panamericana. Si yo soy el propietario de los Gigantes y leo las palabras de Machado, sentiría algo cercano a un infarto.
No, ese tipo de acuerdo no es justo ni para las franquicias niponas, ni para los peloteros cubanos. Ese ritmo no lo aguanta nadie, y valdría recordar el caso del gigante chino Yao Ming, cuya carrera en la NBA se truncó por los constantes compromisos que debía cumplir “con su patria’’ al final de la temporada en Estados Unidos.
Desconozco qué tipo de acuerdo establecerán Cuba y Grandes Ligas -de que viene, viene-, pero estoy seguro que los poderosos dueños de las Mayores no permitirán eso con el talento que compren en la isla. No, los propietarios de la gran carpa tienen el colmillo más afilado que sus colegas del Lejano Oriente.
Lo de Japón, de continuar en estas condiciones, es una experiencia destinada al fracaso.

Tres posibles destinos para Céspedes

El cubano Yoenis Céspedes tenía esperanzas de echar raíces en Detroit, a donde llegó en canje entre los Tigres y los Medias Rojas de Boston.
Pero una cosa es lo que uno quiere y otra lo que da la vida y al parecer, Céspedes ni siquiera completará una temporada en la Ciudad Motor.
El problema es que el cubano se convertirá en agente libre al final de la campaña y los estimados de su valor en el mercado superan los 100 millones de dólares.
Céspedes estaba dispuesto a firmar una extensión contractual con los Tigres, pero la oferta de la gerencia nunca llegó y ahora el jardinero ha sido puesto en el mercado, cuando se acerca el 31 de julio, fecha tope para canjes.
Detroit parece haber tirado la toalla, convencido de que no irá a ningún lado en el 2015 y el antillano es una buena pieza para obtener pitcheo joven a cambio.
Reales de Kansas City
Un equipo que recibiría con los brazos abiertos a Céspedes sería el de los Kansas City Royals, sobre todo después de la lesión de su jardinero izquierdo Alex Gordon.
Los Reales están en camino a la postemporada y el cubano aportaría muchísimo, tanto ofensiva, como defensivamente, junto a su compatriota Kendrys Morales, Eric Hosmer, Lorenzo Cain y Mike Moustakas.
Quizás Kansas City tendría que desprenderse de uno o dos de sus principales prospectos de pitcheo, como el zurdo Brandon Finnegan o el derecho Kyle Zimmer, para obtener a Céspedes.
Normalmente no es muy inteligente que un equipo ceda a un pelotero para reforzar a otro de la misma división, pero en este caso, los Tigres apostarían a que los Reales, financieramente pobres, no ofrezcan esa extensión multimillonaria a largo plazo al cubano.
Eso mismo estará pensando la gerencia de Kansas City: no es fácil desprenderse de valiosas piezas de futuro para rentar a un pelotero por tres meses.
Pero el mercado es veleidoso y no está exento de sorpresas, sobre todo si ese alquiler puede ser el empujón extra para ganar la Serie Mundial.
Los Angeles Angels
Arte Moreno ha gastado mucho dinero en los últimos años sin acercarse siquiera a los resultados esperados.
Pero en el 2015 parece estar cerca de lograr ver a los Angelinos en los playoffs, con el renacer de Albert Pujols y el crecimiento ilimitado de Mike Trout.
Yoenis Céspedes sería de una ayuda inestimable para el dúo Trout-Pujols y completaría un trío demoledor.
El problema es que el sistema de granja de los Angelinos no tiene tanta profundidad en el pitcheo y en el canje quizás tendrían que incluir al zurdo Andrew Heaney, ya afianzado en la rotación del equipo de Grandes Ligas.
Heaney fue considerado el prospecto número uno de los Miami Marlins, pero el equipo no le tuvo paciencia y lo envió a Anaheim, donde lleva 4-0 y efectividad de 1.57 en cinco aperturas.
New York Mets
Yoenis Céspedes nunca ha jugado en la Liga Nacional y el Citi Field de Nueva York podría ser el escenario ideal para esa primera vez.
Pitcheo joven y de calidad es lo que le sobra a los Mets, enfrascados en férrea lucha por la división Este con los superfavoritos Washington Nationals.
Y si algo le falta a la otra novena de Nueva York es ofensiva para ese salto hacia la postemporada.
La cosa es ver si los números de Céspedes seguirán siendo los mismos en Nueva York, donde la alineación parece un desierto, que en Detroit, donde existe protección mutua entre él y los demás toleteros, desde Miguel Cabrera hasta los Martínez, J.D. y Víctor.

Sin definir el futuro de los Gourriel tras el deshielo


Si millones de cubanos contemplaron esperanzados el izamiento de la bandera cubana en Washington, una familia por encima de todas encontró motivos de esperanza en el porvenir: la de los Gourriel.
Mientras Lourdes Gourriel padre retornó el 19 de este mes a Norteamérica por segunda vez en lo que va de año -actualmente se encuentra en Canadá junto a su hijo mayor, Yuniesky- en La Habana el del medio, Yulieski, espera por un debate que no acaba de tener una salida clara.
Según una fuente que ha tenido cierto contacto con miembros de la familia, el caso de la salida de Yulieski a un tercer país para establecer residencia se ha complicado por dos elementos: una discusión interna entre las autoridades cubanas y la atadura del menor, Lourdes Jr. por su contrato profesional en Japón.
"Por lo que he podido conocer, parte de las autoridades quieren que el salga de manera legal, como el primer cubano firmado directamente desde allí'', expresó la fuente. "Otro grupo, también cercano a la cúpula del poder, apoya la idea de que salga a un tercer país y logre la libre agencia. Todavía no hay una decisión al respecto''.
Espera impaciente
Sin embargo, Yulieski se está impacientando y les recordó a las partes involucradas en su caso que el pasado junio cumplió 31 años y que, con el transcurso del tiempo, su valor en un potencial mercado, decrece ante los ojos de Grandes Ligas.
Ciertamente, la apertura de las embajadas en La Habana y Washington el 20 de julio abre un nuevo compás en las relaciones que impacta al béisbol y la manera en que los cubanos accederán a la gran carpa en el futuro.
Pero no queda claro cómo la celeridad de esas relaciones y el papel que tendría el gobierno cubano en los contratos -¿con cuánto se quedaría? ¿jugaría un papel de agente o utilizaría un sistema como el japonés?-, afectarían el caso de Yulieski, quien ya no tiene lazos con la pelota antillana -algo impensable hace poco tiempo- ni con el conjunto de Yokohama en la liga profesional nipona.
Recientemente, Yulieski estuvo en el centro de las especulaciones, cuando renunciara a un contrato de entre $2 y $3 millones con el Yokohama de la Liga Profesional Japonesa.
El segundo de los hermanos Gourriel jugó en 62 partidos con los BayStars con promedio de .305 y 11 jonrones, pero no quiso retornar al circuito oriental alegando el padecimiento de lesiones y cierta "incomprensión'' del club.
Sin rumbo definido
Sin duda, la ausencia de su bate se hizo sentir en la alineación cubana que finalizó con el tercer puesto en los Juegos Panamericanos de Toronto y ahora mismo su valor rondaría entre los $80 y $100 millones, de acuerdo con personas relacionadas a la industria del béisbol.
El caso de su hermano Lourdes Jr. es más complicado, pues a diferencia de Yulieski, el más joven de los Gourriel aún no ha logrado la ruptura de su contrato con el Yokohama y hasta que esto no suceda se verá imposibilitado de iniciar relaciones con franquicias de las Mayores.
Durante su anterior viaje a Estados Unidos, Gourriel padre se reunió de manera informar con algunos evaluadores de talento y todo parece indicar que la familia está unida en apoyo a los deseos de los hijos menores, pero sin querer ningún tipo de ruptura abrupta con las disposiciones del gobierno cubano.
Su hijo mayor, Yuniesky, juega para un conjunto de una liga independiente en Canadá, mientras que Lourdes Jr. se encuentra con la escuadra que asiste al Torneo de los Puertos en Rotterdam, Holanda. Se desconoce si ambos tomarán parte en la venidera Serie Nacional que inicia el 20 de agosto.
Ahora en ciertos círculos cercanos al mercado de la isla se habla de un misterioso "ex pelotero cubano con experiencia en las Mayores'' que estaría tratando de ayudar a los Gourriel a cumplir sus sueños.

martes, 14 de julio de 2015

René Arocha: stay on top of the ball

Por: Carlos M. Álvarez 13 julio, 2015
Desde hace tres semanas tumbo cocos en Miami con mi padre. Pedimos permiso en las casas y, si autorizan, los tumbamos con vara y cuchilla, les amortiguamos la caída con un cojín PARA que no se rompan, los montamos en una carretilla, los amontonamos en el fondo de la camioneta Ford, y luego mi padre los vende a un punto específico en Hialeah.
Así, mi padre se gana la vida y yo –que no obtengo un centavo, por lo que nadie podría acusarme de transgredir los límites de mi VISA– emprendo mi particular recorrido por los vericuetos de la ciudad.
Es la mañana del 25 de junio, y estamos en la esquina de la 119 Ave del SW y la 188 St, en el césped de la casa de una anciana afable que nos ha permitido atracar su mata de cocos sin problemas. Un camioncillo de atención médica parquea en la calle. El chofer se baja y viene hasta nosotros. Lo miramos con escepticismo. Nos saluda, le devolvemos el saludo, y luego nos dice que a dos cuadras, justo en la esquina, VIVE él, que afuera tiene cocos y que podemos tomar todos los que queramos.
Mi padre me mira con asombro. En muchas casas nos han despreciado, en otros hemos recibido muy reconfortantes muestras de generosidad, pero no hemos asistido, en tres semanas, a un gesto semejante. Yo, sin embargo, no estoy asombrado por eso. De algún modo, digamos, sensorial y anterior a mí, he empezado a reconocer al chofer. No precisamente por su voz, no precisamente por sus rasgos físicos, sino casi como una epifanía.
No sé cómo suena su voz, no delineo aún sus rasgos físicos, pero lo encaro:
–¿Cómo usted se llama?
–¿Yo? René –dice el hombre.
–¿René? –pregunto, feliz por la suerte de que se llame justamente como yo creía que se llamaba.
–Sí, René –dice.
Evidentemente en franco desvarío, pienso que el hombre no se llama así, pero que ha sido capaz de leerme la mente y PARA no hacer un desaire me ha complacido y ha respondido lo que yo quería oír.
Aún dudando, pero ya con ese DATO a mi favor, me viro resuelto y le digo a mi padre:
–Tú sabes, este hombre es Arocha, René Arocha.
Mi padre, casi con pena, pero sobresaltado, dice:
–¿Cómo Arocha? No lo conocí. No lo conocí.
–¿Y cómo me conociste tú, si eres tan joven? –dice el hombre.
–Me gusta mucho la pelota –digo–, he visto videos tuyos.
Mi padre, que sí lo vio pitchear, se roba la conversación. Yo miro los cocos alrededor, los localizo, y me pongo a organizar el reguero. Hay un coco roto, que bota agua como si se desangrara. Lo tomo y lo dejo caer. Los cocos rotos no sirven para nada, eso hay que saberlo.
Cuando retomo el diálogo, mi padre, muy sereno, barriéndose el sudor de la frente con el dedo índice, dice:
–Pues yo soy médico, y estoy aquí tumbando cocos.
–Y yo soy pitcher –dice Arocha abriendo los brazos–, y ya me ves, de chofer.
–Es así –dice mi padre.
–Así –dice Arocha.
Luego se abrazan y se despiden.
Justo una semana después, en la tarde noche del jueves 2 de julio, llego a la casa de Arocha. Me recibe en el portal. Señala para su mata de cocos.
–Al final no se llevaron ninguno.
–Es que no nos sirven. Son amarillos y ya están secos. Así no los compran.
–¿Qué buscan ustedes en los cocos? ¿Agua?
–Sí, agua.
–Entonces ustedes no saben nada de cocos. Yo tumbé dos el otro día y tenían agua, sonaban.
–No. Cuando suenan, ya tienen poca agua, por eso el agua se mueve. Cuando el coco no suena y pesa, está tan cargado de agua que el agua no tiene espacio PARA moverse.
–Ah, entonces sí saben de cocos.
–Sí, el que no sabe eres tú.
Arocha sonríe. Me pregunta si prefiero la sala o el patio, el aire acondicionado o el calor. Le digo que el patio. Mientras camina y conversa, detallo al hombre que tenía, en sus tiempos de lanzador, aires de Kevin Costner.
Hoy, Arocha lleva unas chancletas plásticas, un short azul oscuro y un desmangado azul claro. En sus anchos hombros, sendos tribales tatuados, como enredaderas. El pelo, ralo, no se le ha caído por completo, como si Arocha fuese alguien que genéticamente no tenía por qué quedarse calvo, pero al que la vida se ha encargado de premiar con las suficientes vueltas y escaladas, y alguna marca de todo eso le tenía que quedar. De ahí, también, su piel de extrainnings, y la expresividad concentrada únicamente en la zona que comprende los ojos, las cejas, algo de la frente.
Su voz es poderosa. Sus criterios son contundentes. Es recio en sus IDEAS y amable en sus gestos. No importa que estemos en su casa. Como el anfitrión, en toda conversación de dos, es siempre aquel al que le toca preguntar, rompo el hielo y cumplo mi rol.
–¿Qué estás haciendo ahora?
–Manejo para una clínica médica de personas mayores. Los llevo a la consulta y luego los regreso a sus casas.
–¿Cuándo te desvinculaste del béisbol?
–En 2010. Y desde entonces he trabajado en esto, manejando y trasladando personal.
–¿Te sigue apasionando el béisbol?
–No.
–¿No?
–No.
–Explícame eso.
–Todo el mundo me pregunta si vi el juego de los Marlins, si vi esto, si vi aquello. Yo no veo la pelota. Es como una mujer cuando te deja de gustar. Ya no siento nada. Antes la necesitaba. Soñaba pelota. VIVÍA pelota. Ya no.
–¿Y no será que la mujer todavía te gusta y como no quiere seguir contigo la echas a un lado por despecho?
–No, no. Ya desde pequeño, con diez u once años, mi abuelo me decía que me sentara a VER algún juego PARA que aprendiera. Y nunca lo hice. Tal vez esto sea una regresión. Dejé de jugar y sigo sin interesarme. A veces veo un juego, no sé, el último de la Serie Mundial, algo así, pero no más.
–¿Y ves otros deportes?
–No. Nada.
–¿Y anteriormente te gustaba algo que no fuera el béisbol?
–No. Tampoco.
–¿Qué es el béisbol para ti?
–Estar en el terreno. Oler la yerba. Especialmente en las mañanas, cuando sales a practicar. Esa yerba fresca se siente. Me quedan mis sensaciones, las que VIVÍ.
Arocha dejó de jugar béisbol en el año 2000, a los 36 años. Desde entonces, y hasta 2010, mantuvo una academia infantil en Miami. Ahí descubrió que el magisterio le reportaba el mismo placer que alguna vez le reportó ser atleta. Entrenaba a los muchachos, los pulía, los observaba crecer, hasta que por problemas financieros se vio obligado a cerrar la escuela.
La edad del retiro de Arocha, sin embargo, no es tan significativa como la de su debut, y esto quizás ayudaría a entender por qué Arocha, como otros tantos precoces, ha terminado indiferente y apático hacia el oficio que practicó.
A los trece años juega pelota a la mano con los chiquillos de su barrio en Regla, coloca detrás de la puerta de su cuarto un póster de Braudilio Vinent, su ídolo absoluto, y se escapa PARA el Latinoamericano porque sus padres no le permiten atravesar La Habana sin compañía. A los catorce, como miembro del equipo municipal de su categoría, y siendo jugador de posición, releva un partido sin importancia, pero lo hace tan bien que ya no lo mueven del puesto.
Y no solo eso. Después de varias gestiones, lo ascienden al equipo Regla primera categoría. Lanza en las finales de la provincial. Propina diez ceros consecutivos y solo en el onceno inning pierde el partido. Luego debuta en el Latinoamericano, con lechada incluida, y queda demostrado que su ecuanimidad y destreza no son las de un adolescente.
De ahí que una tarde cualquiera, ya en la EIDE, se ENTERE por el periódico Juventud Rebelde de que ha integrado la nómina de los Metropolitanos. Y entonces, como es de suponer, le cambia la vida. Y le cambia, la vida, muy temprano: a los quince años. Todos estos detalles –los de su génesis– son evocados por Arocha con suma precisión.
En principio, solo iba al estadio los días que le tocaba pitchear, y luego lo regresaban a la escuela. No viajaba con el equipo. “Pero a mitad de la temporada yo entendí que lo mío no era estudiar, sino la pelota”, dice. “Y me empecé a escapar de la escuela y a decirle a Roberto Ledo, el mánager de Metros, que me habían dado permiso para ir a Santiago. Y para Santiago me iba con el equipo.”
En su primera temporada, obtuvo siete de sus 104 victorias en Series Nacionales, y ya desde ese momento lo acompañaría lo que fuera su sino: lanzar partidos apretados; que su equipo le fabricara pocas carreras.
–Si yo no hubiera tenido esa suerte, creo que habría ganado doscientos. No hay una estadística que lo diga, pero yo perdí, fácil, 30 juegos por una carrera. Dos por una. Tres por dos.
–¿Qué siente un pitcher cuando le pasa eso?
–Hice buen trabajo. Yo sabía que estaba haciendo buen trabajo aunque perdiera. Pero a lo mejor esos juegos reñidos me obligaron a estar más concentrado, no sé, a tener que meter más el cuerpo y no relajarme.
–El que está dentro del terreno sabe perdonar al otro si hace un ERROR, ¿no?
–Definitivamente. El que te embarca hoy es el que te salva mañana.
–¿Y conoces a alguien que no sea así? ¿Los hay?
–Había quien hacía gestos, pero cuando tú gesticulas ya le estás tirando el público encima a ese jugador. Pon que alguien haga un error y que por su culpa se te vayan dos arriba. Si ese alguien viene en el noveno y la da para la calle con dos en base, ¿qué tú le vas a decir después, si ya le dijiste algo?
–Bien. Defíneme Metropolitanos.
–Yo digo como Darcourt. Yo soy Metropolitanos. Yo jugué apenas tres años en los Industriales, y hubo una temporada, en la que me operaron el tendón de Aquiles, que prácticamente no pitchée.
–Entonces, los Metros.
–Los tres primeros años el equipo era bueno. Tenía figuras de renombre: el jabao Puente, Anglada. Y tenía otros que no eran superestrellas pero hacían bien el trabajo: Ernudis Poulot, el cátcher. Echemendía, que era la tercera base, muy bueno defensivamente. Al segundo año se juntó Javier Méndez, que empezaba. Por ejemplo, el equipo del año 82, el año del problema de la pelota en Cuba, era tremendo.
–Ese conflicto, ¿cómo lo VIVISTE tú?
–Casi me cuesta la carrera a mí también. De la nada.
–¿Por qué?
–Porque también fui PARA el DTI, a mí también me entrevistaron, a mí también me querían culpar. Hasta más. Yo recuerdo que cuando ya pasó todo, me llamaron Oscar Fernández Mel (Presidente del Gobierno en La Habana), y Andrés “Papo Liaño” (Comisionado de Béisbol), a decirme que la Revolución era benévola, que me iban a dejar pasar esa. Y a mí no tenían nada que dejarme pasar. Yo era un muchacho de 18 años. No sabía lo que estaba sucediendo alrededor mío, si es que sucedió, porque a estas alturas yo no sé si pasó o no pasó.
–Eso te iba a preguntar. ¿Los peloteros de Metros vendieron juegos o no vendieron juegos?
–Nadie sabe, nadie dice. Yo he hablado con peloteros que estaban en el problema, y nadie ha dicho: “sí, yo estaba vendido.” Entonces para mí –no sé para los demás– es todavía una nebulosa. Porque yo no creo que un equipo vendido llegue al último día del campeonato en el primer lugar. Porque para adelante ningún equipo se vende. El que está pagando dinero desde la grada, no te está pagando para que tú des jonrón, porque no hace falta. Tú quieres dar jonrón siempre.
En 1986, Arocha se resiente el brazo a tal punto que valora seriamente, y le aconsejan, dejar el béisbol. Aquejado de molestias que tuvieron su origen en el Mundial Juvenil de 1982 –donde lanzó cinco de siete partidos–, ya ni en provinciales podía mantenerse en pie. Se había perdido la temporada completa del 83, las Selectivas del 84 y 85, y prácticamente no llegaba a home. “Para hacer esos papelazos, mejor retírate”, le decían amigos cercanos. Pero en el mismo 1986, después de un entrenamiento rigurosísimo, de una apuesta in extremis a todo o nada, Arocha vuelve por sus fueros, recupera la velocidad en sus envíos, y con ello garantiza el paso de los Metros a Industriales y la entrada al equipo Cuba.
–¿Qué significó llegar a los Industriales?
–El paso para Industriales no lo sentí, porque ya yo era Industriales en las Selectivas, y la gente me asociaba.
–Cuando estabas en los Metros, ¿no querías que te llamaran para Industriales?
–No, PARA nada. Yo estaba tranquilo. La época en que Raúl Reyes dirigió los Metros fue tremenda para mí.
–¿Y qué tal llegar al equipo Cuba?
–Especialmente como llegué yo, después de la lesión que tuve. Me dije: “Me lo gané. Gané lo que tengo en la mano.” Traté de mantenerlo y lo mantuve, con altas y bajas como todo atleta, hasta el año 91, que bueno…
–¿Y era un orgullo estar en el Cuba?
–Claro, cómo no la va a ser. Tener las cuatro letras en el pecho y salir y ganar, como por ejemplo en el Mundial de Italia 88, que fue cuando más fea nos la vimos, hasta que llegó Gourriel e hizo lo que hizo.
–¿Ese es el recuerdo más grande que tienes con el equipo Cuba?
–Y una de las decepciones más grandes también.
–¿Por qué?
–Porque yo fui el que abrí los dos juegos contra los americanos. Y en la final me levantaron del box muy rápido. Antes de comenzar el juego había discrepancias en la dirección del equipo para decidir quién abría.
–¿Decidir entre quiénes?
–José Luis Alemán, Ajete y yo. Supuestamente estaban esperando una llamada para que decidieran desde La Habana. Y me eligieron a mí. Pero en el tercer inning, ganando dos por una, con hombre en segunda y dos outs, me sacaron. Ahí tuve una gran decepción.
–¿Te marca mucho?
–Claro que me marca, porque yo estaba ENTERO, yo estaba peleando mi juego, y era temprano. Nunca entendí por qué me quitaron.
–¿Y no se explica?
–No hay explicación. Nunca explican nada.
Por eso –quizás– fue que René Arocha decidió emigrar: por no explicarse muchas cosas, sobre todo extra deportivas. Como –ejemplifiquemos– los dos años que su tío pasó en prisión solo por llevar cinco dólares encima, “cinco dólares luchados, que eran para comprarle un perfume a su mujer”. O como las tardes en que, agotado después de una práctica, con juego PROGRAMADO para la noche, tenía que reunirse en las gradas del estadio durante dos horas para escuchar un mitin sobre alguna nueva directiva de la juventud comunista. “Yo era un atleta”, dice, “y ese era mi tiempo libre. No entendía por qué tenía que reunirme cuando necesitaba descansar.”
El 4 de julio de 1991, en una escala que la selección cubana hace en Miami, Arocha llama a su padre y a su tía y les dice que vayan al aeropuerto, que tiene tiempo para verlos. Su padre y su tía le preguntan si CUENTA con autorización para salir y Arocha les dice que sí, lo cual es cierto. Ya en casa de sus familiares, con quienes no mantenía comunicación alguna desde el año 80, Arocha lleva a palabras, por primera vez, el pensamiento que ha amasado durante años.
Se convierte, así, en el primer pelotero cubano que después de 1959 abandona un equipo oficial y logra, luego, llegar a las Grandes Ligas. Si hay, pues, un pionero del éxodo deportivo que hoy asola a Cuba, ese es Arocha.
–¿Qué te hace emigrar en un momento donde no era nada frecuente?
–Es que no iba a ser ni en el 91.
–¿Ah, no?
–Iba a ser en el 86. Y debió haber sido en el 79, cuando fui a México. Pero en el 86 no se dio, por ciertas razones.
–¿Y por qué esa demora hasta el 91?
–Porque tenía que buscar el momento y el lugar perfecto, pero yo sabía que iba a pasar. Aunque, cuando yo me quedé, no me quedé porque nadie me dijo que me quedara, ni porque me fueran a dar millones. Me quedé y yo pensé que mi carrera terminaba ahí.
–Eso he leído.
–Yo vine a ser un ciudadano más.
–¿Por qué tanta insatisfacción en Cuba?
–Porque sabía que me estaban diciendo mentiras. Porque todo era traba y más traba. Ni siquiera podíamos gastar en Cuba el dinero que nos daban en el extranjero. Teníamos que gastarlo donde estuviéramos. Y así, un problema todo, cuando nosotros valíamos millones de dólares.
–Y en el momento de quedarte, ¿no hubo miedo?
–No, no hay miedo. Antes de salir de Cuba, yo miré el recorrido, y supe que el lugar era Miami.
–¿Es cierto que no se le dice a nadie?
–A nadie. Imagínate que mi ex esposa fue a esperarme al aeropuerto en La Habana.
–¿Y qué se piensa a esa hora?
–Cuando desperté al otro día, lo único que pensaba era que la bomba ya había explotado, que ya.
–Leí que el Granma publicó inmediatamente, digámosle así, una NOTA de desafecto hacia ti.
–La tengo guardada. “Traicionó a la Patria el pelotero René Arocha, seducido por la mafia de Miami”, etcétera, etcétera.
–¿Qué siente uno cuando lee algo así?
–Es que yo no traicioné a mi Patria. Yo soy cubano, sigo siendo cubano. Mi Patria fue la que me traicionó a mí.
Dispuesto a proseguir en lo que fuera, Arocha solo se convence de que tiene calidad PARA llegar a las Mayores cuando lo invitan a un partido entre Oakland y los Yankees. Arocha, como todos los peloteros cubanos de su época, piensa que los beisbolistas de las Grandes Ligas son extraterrestres, que si ellos, los cubanos, pasan trabajo para vencer a “muchachitos universitarios”, qué decir ante atletas del máximo nivel. Pero aquel día, después de VER un par de innings, y de comprobar lo obvio, que los ligamayoristas no son marcianos, Arocha le comenta al periodista deportivo Sarvelio del Valle, quien lo acompañara, que él puede llegar.
Y sí que llega. Manuel Hurtado, la estrella del pitcheo cubano, comienza a entrenarlo. Lo ponen en contacto con Gus Domínguez para que lo represente, y en 1992, después de mil obstáculos (hubo incluso que esperar el ok del Departamento de Estado), logra un contrato con los Cardenales de San Luis por la pírrica cifra de 109 mil dólares.
Tras un primer año muy exitoso en AAA, el 9 de abril de 1993 debuta en la Gran Carpa ante los Rojos de Cincinatti. Permite dos limpias en ocho entradas, poncha a tres, y obtiene el primero de sus once triunfos de la temporada. La legendaria afición de los Cardenales lo empieza a querer. Lo dirige Joe Torres. Ozzie Smith es su compañero de equipo. Se entiende entonces que Arocha EXPERIMENTE, por ese entonces, algo parecido a la felicidad. “Era lo que quería vivir en Cuba”, dice. “Y no ganaba millones, que conste.”
En San Luis se mantiene hasta 1996, año en que pasa a San Francisco, donde solo milita por una temporada. En 1999 se va a México. En el 2000 regresa a los Estados Unidos, firma con los Mets, pero los Mets no le ofrecen demasiadas garantías, y Arocha, quien nunca se ha andado con medias tintas, decide retirarse.
–¿Qué diferencias hay entre la pelota cubana y las Grandes Ligas?
–Muchas. Abismales.
–Dímelas.
–Yo aprendí a pitchear aquí.
–¿No exageras un poco? Yo creo que ya tú sabías, evidentemente.
–No, yo me creía que sabía. Aquí aprendí a pitchear pegado. Aprendí a TIRAR sinker. No es tirar pegado y dar un pelotazo, es saber tirar la bola a dos centímetros del codo, y luego ponerla afuera, pero en strike.
–Tu repertorio era famoso en Cuba.
–Yo en Cuba aprendí a tirar muchas cosas, pero en realidad era lo mismo de diferentes maneras. Una slider así (abre los brazos), una slider así (los cierra un poco), o una slider cortica o contra el piso. Pero slider. Y mi curva era buena, sobre todo mi curva grandota del principio, antes de la lesión.
–¿Entonces qué es lo que aprendes aquí?
–El slider mismo, por ejemplo. Yo pasaba los dedos por el lado de la bola, y aquí aprendí a pasarlos por encima, lo que los americanos llaman “stay on top of the ball.”
–¿Es más efectivo así?
–Claro, así el slider va PARA abajo, no va flotando. Antes mi slider iba flotando. Cuando va flotando, el bateador ve la bola aquí, la ve allí y la ve allí. Cuando no va flotando, la ve cuando sale y luego cuando cae, un solo punto.
–¿Y en Cuba todos TIRABAN el slider como tú?
–Exactamente.
–Cuando tú ves a Lazo, o a un extraclase de los últimos, ¿también hacen el agarre por el lado y no por encima?
–No lo sé, porque no los he visto. Pero si me siento a mirarlos, te digo al momento.
–Mantienes una distancia ante el béisbol muy singular.
–Porque mis entretenimientos son otros ya: cocinar, pasar el tiempo con mi familia, cuidar de los animales.
–Casi 25 años sin volver a Cuba. ¿Qué queda del país de uno cuando se está tanto tiempo fuera?
–Yo desconecté el cable desde el primer día. Empecé a extrañar, claro. Mi abuelo, mi madre, mi hija y mi única hermana estaban en Cuba, pero aquí tenía muchas amistades, y me parecía estar siguiendo el mismo ciclo.
–De acuerdo, eso es en un inicio. Pero hoy, ¿qué queda hoy?
–Si llego a Cuba no me voy a perder, pero ya no ubico bien algunas calles. Eso sucede sin que yo lo quiera. Casi llevo viviendo aquí la misma cantidad de años que VIVÍ allá.
–¿No hay nostalgia de ciertas cosas?
–Por supuesto. Amigos, mi pueblo, la puerta de la casa donde nací y me crié.
–¿Ha soñado Arocha con Cuba?
–He soñado, sí, pero hace ya. Soñé que llegaba a Cuba y que no me podía ir y que me decía: “pero ahora cómo me voy, si yo vivo en Miami. ¿René, tú estás loco, ahora cómo viras para atrás?”
–¿Pero eso es un sueño o una pesadilla?
–Una tragedia, sí, una tragedia. PAR de veces la soñé.
–¿No piensas volver en algún momento?
–No te puedo decir ni que sí ni que no. Hasta hoy no he hecho el más mínimo trámite.
–Pero tus palabras en el documental Fuera de Liga son elocuentes. Dices, y enfatizas, que eres cu-ba-no, y que loco estás por ir para el Parque Central a sentarte con todos los niches a hablar basura.
–Porque esas son las cosas que extraño. Pero detrás de todo esto hay una situación política que a lo mejor ya no EXISTE, o que me la he creado yo, en mis adentros, por la cual no he querido regresar. A lo mejor es miedo, no lo sé. Todo el mundo me dice que vaya, que aquello ha cambiado, que no pasa nada, pero tengo miedo.
–En el caso de los peloteros, ya algunos han ido, y nada les ha pasado.
–Peloteros que jamás han hecho una declaración en contra del gobierno. Siempre dije desde el primer día que yo vine a este país buscando libertad. También he dicho todo lo que pasábamos los peloteros, los albergues en que nos metían, los mosquitos que nos comían en las gradas, porque en Guantánamo teníamos que dormir en las gradas, y cosas y cosas.
–No estoy intentando influenciarte ni mucho menos, pero a mí me parece que si fueras hoy a Cuba, no te pasaría nada, ¿sabes?
–Ojalá que cuando decida ir sea así. Pero, por ejemplo, a mí un pelotero de los que fue me dijo que a los dos MINUTOS tenía a alguien dándole indicaciones de los lugares que no podía visitar. Si yo voy a La Habana, ¿cómo no voy a poder ir al Latinoamericano? ¿Por qué?, si yo no voy con ninguna pancarta política. Yo, si voy, voy a disfrutar mi partido de pelota y punto.
–Entiendo. Hay, me temo, una distancia en ti que no es solo ante el béisbol.
–La hay, sí. René está teniendo ese problema, está alejado, está metido en su casa. Alguna gente me ve en la calle y me dice que me parezco a Arocha, y les digo que sí, que eso me han dicho pila de veces. Tú no te imaginas la cantidad de entrevistas que he rechazado en los últimos años.
–¿Por qué?
–Me cansé de que me utilizaran.
–¿Sí? ¿Hacen eso?
–Claro, coño. Me cansé. Al principio me utilizaron muchísimo, porque yo era más joven y tenía el deseo de soltar todo lo que traía de Cuba. Me llamaban de todos los PROGRAMAS de televisión, o políticos como Armando Pérez Roura. Cada vez que pasaba algo en Cuba, René para aquí y René para allá. René el único pelotero en Grandes Ligas en aquel momento, René la figura.
–¿Y cuándo te diste CUENTA de que te utilizaban?
–Cuando dejé de jugar, cuando ya yo me recogí en mi casa, que no hubo ni una llamada ni nada. Ahí me di cuenta.
–¿Entonces ya no vas a la televisión?
–Yo he ido, pero, tú sabes, la última vez que fui al PROGRAMA de Haza me puse a pensar, y llegar del trabajo, bañarme, arrancar para Hialeah, para hablar ahí dos minutos, porque son dos minutos… qué va, ya ese no es mi carnaval.
–Sí.
–O sea, mi tiempo tal vez hoy lo valoro mucho más. Me preguntan si voy a ir al estadio a ver pitchear a Joseíto Fernández. Ni a Joseíto el de la Guantanamera voy a ver yo. Esto que estoy haciendo contigo, DATE con un canto pero con un canto en el pecho, que ya no lo hago. Ahora mismo tengo a la mujer mía esperándome, para ir a buscar a mi hijo.
–Entonces tuve suerte. Quizás la manera en que nos encontramos, digo.
–La manera en que nos encontramos, sí. Yo estoy hablando contigo ahora porque te vi tumbando cocos. Luchando la vida, igual que la estoy luchando yo.